Desde aquí, su amigo y servidor el Padre José Luis Bautista Gonzales, “Una mirada en la Historia”.
En esta semana, el viernes para ser más precisos, viernes 12 de febrero del 2016, tendremos la visita del Papa número 266 de la Iglesia Católica, que es precisamente el Papa Francisco. ¿Dónde podríamos entender la singularidad de un pontífice en la sagrada escritura?
Para la mayoría de los teólogos se considera que el Primado Pontificio, aunque no se expresó en el primer siglo de la Iglesia Católica, está su cimiento en el capitulo 26, versículo 18 de Mateo, cuando Jesúsle dice: “Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella; yo te daré las llaves del Reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo”.
Luego entonces, si nosotros hacemos un listado de los obispos de Roma, de Pedro, Lino, Cleto, Clemente, hasta el Papa Francisco, bien podríamos entender la continuidad y la apostolicidad de la Iglesia. Pero aquí lo sorprendente es ¿quién pudo haber fraguado que un argentino pudiera llegar al trono pontificio? Yo me lo pregunto como historiador y yo pondría al artífice remoto, a Juan XXIII. ¿Por qué Juan XXIII? Porque si la Curia romana fue dominada por italianos, es porque, lógico, la mayoría eran italianos y europeos. El que abre las puertas a la universalidad de los señores cardenales fue Juan XXIII, porque en su primer consistorio eligió a representantes de Asia, del Continente Americano y de África.
Él abrió las puertas y eligió al primer cardenal, Garibi Rivera. Por eso, si Juan XXIII inició esta obra; el que continuó la obra fue Paulo VI, nombrando cardenales de los distintos Continentes, y es por eso que el Colegio cardenalicio se enriqueció, y ya para 1978, después de la súbita muerte de Paulo VI y Juan Pablo I, gobernó la Iglesia el Papa Karol Wojtyla, natural de Wadowice, Polonia, quien a sus 58 años y medio fue el primer pontífice que visitó nuestro país, en especial Puebla de los Ángeles; y lo visitó cuatro ocasiones más, es decir, vino cinco veces a nuestra tierra. Porque yo pienso que México le abrió las puertas a él como un Papa misionero, con los más de 100 viajes que realizó por el mundo.
Después, otro Papa no italiano, de Alemania, el Cardenal Joseph Ratzinger, visitó nuestra tierra en el año 2012, en marzo. Un hombre intelectual, un gran pontífice que hoy tenemos Emérito rezando por todos nosotros a sus 88 años. Y hoy nos visita un Papa, por cierto hijo de migrantes piamonteses y genoveses, de 79 años, que estará en nuestra tierra en varios lugares emblemáticos: Ciudad Juárez, tierra de paso de migrantes; Michoacán, lamentablemente una tierra cundida por el narcotráfico, y San Cristóbal, la zona indígena.
El Papa viene a visitar las periferias, se reúne con gente marginada y pobre más que con clases políticas o empresariales. ¡Qué bueno que el Papa esté trazando este rumbo! Pero eso si, cada Papa tiene su sello característico. Ojalá que no nos quedemos en lo anecdótico, sino que escuchemos al Papa Francisco.
Muchas gracias.
mm@yoinfluyo.com
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com