Sí es la vida, tenemos que estar conscientes que aunque no veamos ninguna esperanza, Dios siempre “estará con nosotros” y que aunque veamos todo perdido y sintamos que no hay ya ninguna posibilidad, “para Dios todo es posible”.
“Yo estaré contigo y tú derrotaras a los
madianitas, como si fueran un solo hombre”.
El Señor a Gedeón. (Libro de los Jueces 6,11- 24)
Como hemos estado viendo, la situación en México y el mundo para la naturaleza y la humanidad está verdaderamente crítica. Parecería que ya no se puede cambiar. Y a Moisés al encomendarle el Éxodo para salir de Egipto con su pueblo, ante la manifestación de que eso estaba fuera de su alcance y que no podría nunca lograrlo, Dios le dijo: “Yo estaré contigo”. Y Moisés sacó a Israel de Egipto, porque en el momento preciso, Dios estuvo con él.
Igualmente pasó cuando Tierra Santa estaba en manos de los madianitas y otros pueblos bélicos, los judíos veían que no podrían desplazarlos para entrar y ser los amos de la Tierra Prometida, Dios escogió a uno de los más humildes sin posibilidad alguna, a Gedeón, para encomendarle la proeza y al decir este que él no podría hacerlo que no tenía ninguna posibilidad Dios le dijo muy claramente: “Yo estaré contigo y tú derrotaras a los madianitas como si fueran un solo hombre”. Y Nuestro Señor nos lo dijo claramente: “Para los hombres eso es imposible, pero para Dios todo es posible”. (Mat. 19, 23-30).
Cuando la noche está más oscura es porque pronto saldrá el sol y cuando en un túnel nos envuelven las tinieblas más profundas, vemos al fondo una lucecita muy pequeña que nos presagia que pronto saldremos de esa oscuridad y al avanzar efectivamente la vemos ir creciendo hasta al salir quedar deslumbrados de tanta luz, que ya creíamos que no sería posible ver nunca más.
Así es la vida, tenemos que estar conscientes que aunque no veamos ninguna esperanza, Dios siempre “estará con nosotros” y que aunque veamos todo perdido y sintamos que no hay ya ninguna posibilidad, “para Dios todo es posible”. Esto ha venido confirmándose desde el principio de la historia de la humanidad. Podemos estar seguros de que también ahora Dios nos ayudará a salir triunfantes sobre todas las adversidades y maquinaciones de la izquierda (masonería), por más que tiene todas las de ganar, tiene todo el dinero necesario, tiene el poder y el control de las mafias; al fin de cuentas, nunca ha podido concretar su triunfo, el nuevo pueblo escogido, la Cristiandad, sigue adelante imperturbable, sin desesperarse, confiando en el Señor, el que nunca nos abandonará.
Si se revisa la Historia, siempre encontraras un Moisés, un Gedeón, un Cristo y desde un principio se encontraron muchos Cristos. Cada uno de nosotros puede y debe ser otro Cristo (alter Christi), Dios siempre estará con cada uno y lograremos lo que Él nos confié y que en estos momentos está más que claro: la reinstauración de su reino en México y en el mundo, la superación de la cultura de la vida y del amor sobre la nefasta cultura de la muerte y del odio, la que la izquierda (masonería), enemiga jurada de la Iglesia, la Obra de Nuestro Señor, a la que odia en forma inexplicable, trata de imponer a como dé lugar. No aceptan que todos los problemas de la naturaleza y de la humanidad, solo pueden resolverse si se aplicla: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo y a Dios sobre todas las cosas”. Y nuevamente la Historia nos demuestra que eso es lo único correcto.
A partir de la venida de Nuestro Señor Jesucristo, se han revelado muchos que han demostrado ser verdaderos “Otros Cristos” (alter Christi). Ahí están los apóstoles, entre los cuales se señalan especialmente san Pedro, san Pablo y Santiago, el cual siendo el iniciador de la Hispanidad ha dado lugar a que surjan figuras extraordinarias, indiscutibles muestras de lo que es posible con ese espíritu que nos ha caracterizado, se puede citar brevemente al rey Pelayo de Asturias, que con el triunfo de la batalla de Covadonga dio inicio a la Reconquista, el Cid Campeador; san Fernando, rey de Castilla; la misma Isabel de Castilla que logró la unificación de España al culminar la Cruzada de Reconquista, emprendiendo una Cruzada aún más importante, que fue la evangelización de América.
Destacan los extraordinarios frailes, entre los que se señalan fray Juan de Zumárraga a quien se le apareció la Santísima Virgen de Guadalupe sobre la tilma, después de habérsele aparecido a san Juan Diego fundando la nación mexicana, Tata Vasco (Vasco de Quiroga) que siendo laico en un día fue ordenado sacerdote y nombrado obispo de Michoacán, fray Jacinto de Benavente (Motolinia). Y otros muchos personajes que aunque no han sido canonizados ofrendaron su vida, por defender el Reino de Dios, como son Iturbide, Miramón, Mejía (indio otomí de mucha garra), los cristeros, el jovencito Joselito, los mártires de la persecución de los republicanos (rojos, de izquierda) en España. Entre los contemporáneos se puede citar a Carlos Abascal (secretario de Gobernación de Fox), entre tantos héroes anónimos de su fe, que con su vida dieron testimonio de que Dios siempre estará con nosotros en el momento precisos. Nosotros somos las manos de Dios, a través de las cuales el actúa, lo único que es necesario es que digamos hágase (Fiat) como lo hizo nuestra Madrecita Santa.
La izquierda para lo anterior utiliza cualquier medio legítimo o ilegítimo, no importa, ya que está por encima del bien y el mal, caracterizándose por usar especialmente la corrupción, la mentira y la calumnia que son sus armas preferidas, aprovechando la ambición y el ego (amor propio desordenado) de muchos, para inducirlos a hacer lo que le conviene. Siempre encuentra banderas blancas e impolutas con que engañar a la humanidad, especialmente al pueblo, en el que trata de apoyarse y utilizándolo como lo expresaba Lenin muy clara y cínicamente, como “idiotas útiles”, o sea que le sirvan de instrumentos sin darse cuenta ellos de que son manipulados. Esta es la base del movimiento y política populista que nació en Sao Paulo en Brasil con Lula D´Silva hace 20 años y al que perteneció desde un principio el PRD y después MORENA, a partir de su fundación.
Ya san Francisco de Sales, obispo en Ginebra, doctor de la Iglesia, así como su santidad León XIII, lo expresaban muy claramente: “Hay que conocer tal como es al enemigo de la Iglesia y del pueblo y darlo a conocer, para poderse defender de sus maquinaciones y sus ataques, que disfrazan siempre, para que el pueblo engañado crea que son bellos ideales los que le ofrecen”.
Seamos cada uno, un Moisés, un Gedeón, otro Cristo (Alter Christi), metámosle ganas a morir en la brecha, demostrando lo que se dijo de ese héroe mexicano, sargento José Mendoza López en la Primera Guerra Mundial: “En la trincheras no hay ateos”.
“Donde hay Bosques hay Agua y Aire puro; donde hay Agua y Aire puro hay Vida.”
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de voxfides.com