1) Para saber
Se termina el Himno de la Caridad propuesto por san Pablo y que el Papa Francisco tomó como guión para ejemplificar cómo ha de ser el amor en la familia. La última frase es: “El amor todo lo soporta”. El Papa comenta que significa que el amor sobrelleva con espíritu positivo todas las contrariedades. Es seguir amando en medio de un ambiente hostil.
La caridad no sólo tolera algunas cosas molestas, sino que es más amplia: Es amar a pesar de todo, aun cuando todo el contexto invite a no amar, incluso a vengarse. Se requiere heroísmo, de una fuerza en contra de toda corriente negativa.
2) Para pensar
El Papa Francisco recuerda en su Exhortación Apostólica al gran defensor de los derechos civiles para los afroamericanos, el pastor Martin Luther King. Un activista y teólogo que alcanzó el Premio Nobel de la Paz en 1964. Después de una vida dedicada a luchar por la paz, la convivencia y a tratar de terminar con la discriminación racial en los Estados Unidos de Norteamérica, murió asesinado en 1968 ante la indignación mundial.
Son muy significativas las palabras de Martín Luther King que el Papa cita, para amar aun en medio de las peores persecuciones y humillaciones. Vale la pena pensar en ellas: «La persona que más te odia, tiene algo bueno en él; incluso la nación que más odia, tiene algo bueno en ella; incluso la raza que más odia, tiene algo bueno en ella. Y cuando llegas al punto en que miras el rostro de cada hombre y ves muy dentro de él lo que la religión llama la “imagen de Dios”, comienzas a amarlo “a pesar de”. No importa lo que haga, ves la imagen de Dios allí. […] y cuando se presenta la oportunidad para que derrotes a tu enemigo, ese es el momento en que debes decidir no hacerlo […] Cuando te elevas al nivel del amor, de su gran belleza y poder, lo único que buscas derrotar es los sistemas malignos. A las personas atrapadas en ese sistema, las amas, pero tratas de derrotar ese sistema […] Odio por odio sólo intensifica la existencia del odio y del mal… Si yo te golpeo y tú me golpeas, y te devuelvo el golpe y tú me lo devuelves, y así sucesivamente, es evidente que se llega hasta el infinito. Nunca termina. En algún lugar, alguien debe tener un poco de sentido, y esa es la persona fuerte. La persona fuerte es la persona que puede romper la cadena del odio, la cadena del mal […] Alguien debe tener suficiente religión y moral para cortarla e inyectar dentro de la propia estructura del universo ese elemento fuerte y poderoso del amor» (Sermón en la iglesia Bautista en Alabama, 17 de noviembre de 1957).
3) Para vivir
En la vida familiar hace falta cultivar esa fuerza del amor, que permite luchar contra el mal que la amenaza. El amor no se deja dominar por el rencor, el desprecio hacia las personas, el deseo de lastimar o de cobrarse algo. El ideal cristiano, y de modo particular en la familia, es amor a pesar de todo.
Es común que en la vida familiar haya desacuerdos y a veces ofensas. Por eso es importante ser fuertes para parar el ciclo del mal. Una ofensa no ha de responderse con otra ofensa, es preciso parar y responder con el perdón. Sólo el amor es posible de hacerlo. Vivir ese amor, es irse identificando con Cristo que nos amó hasta la muerte.
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