1) Para saber
Entre los santos que más se han destacado por su amor apasionado hacia la Iglesia y al papa está santa Catalina de Siena. En su vida sufrió por conservar su unidad. En una ocasión, mientras oraba ante la tumba de San Pedro, sintió sobre sus espaldas el peso de la Iglesia. Así, ofreció su vida como víctima por la Iglesia. Por eso, antes de morir, a los 33 años, declaró: “Si muero, sabed que muero de pasión por la Iglesia”.
Como cada año, la Iglesia Católica dedica una Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos del 18 al 25 de enero. El papa Francisco invitó a vivir una “hospitalidad ecuménica” que nos haga a todos los cristianos –protestantes, ortodoxos, católicos…- mejores seres humanos y un pueblo cristiano más unido. Esto nos acercará a la unidad, que es la voluntad de Dios. Exhortó a llevar a todos el amor de Dios, pues cada persona es preciosa y amada por Dios.
2) Para pensar
Onalee McGraw es una mujer de Estados Unidos que hace años decidió incorporarse a la Iglesia Católica. Pero tuvo fuertes desencantos, pues cuando acudió a un sacerdote para que la instruyera, ese hombre ya había pedido la secularización para abandonar su vocación. Tuvo gran desconcierto. Luego fue con otro, y encontró que no estaba de acuerdo con algunas disposiciones del papa Pablo VI y fue mayor su desconcierto. Fue con su amiga católica para decirle que la Iglesia se estaba hundiendo. Su amiga le aseguró: “La barca de Pedro no se está hundiendo, está sufriendo”. Y añadió algo que no olvidaría: “Tu sitio está al pie de la Cruz, con Nuestra Señora y san Juan”. No se trata de alejarse, sino de unirse más a Jesús en momentos donde otros lo abandonan.
Ahora la doctora Onalee ha fundado una prestigiosa institución que desarrolla programas de enseñanza a través de las grandes películas de la era dorada de Hollywood. Esos films, dice, nos dan lecciones para nuestra vida y para las luchas culturales de nuestro tiempo. Su lema es: “Enseñar la Verdad, el Bien y la Belleza a través de las películas clásicas”.
Esta mujer nos da una lección. Es fácil criticar o condenar el mal, pero una respuesta heroica y virtuosa es ser leales en los momentos difíciles. Pensemos si sabemos ser fieles, sin importar lo que otros hagan.
3) Para vivir
A lo largo de la historia, se han dado polémicas que dividieron el cristianismo. No obstante, no se ha dejado de rezar para pedir por la unidad. Es voluntad de Dios mantener la unidad. Así lo manifestó Jesús en su oración: “Padre, te ruego para que sean uno, como tú y yo somos uno, para que el mundo crea” (Jn 17, 21). Y san Pablo exhortaba: “Os ruego, hermanos… que no haya divisiones entre vosotros, sino que estéis unidos en un mismo pensar” (1 Cor 1:10).
Al percibir que la unidad parece inalcanzable, se constata la necesidad de orar. El Concilio Vaticano II corroboró que la oración con la santidad de vida es “alma del movimiento ecuménico”. Así, todos podemos contribuir con nuestra oración y mostrando el amor de Dios.
Se han dado resultados como una Declaración Conjunta Luterano-Católica sobre la Doctrina de la Justificación por la Fe (1999). Sigamos rezando y dando pasos hacia esa anhelada unidad.
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