Como cada año, comenzamos el Adviento con gran ilusión porque se acerca la Navidad, pero en esta ocasión lo viviremos en una condición muy diferente que nos da la oportunidad de reflexionar sobre el por qué existe esta época de preparación para llegar a la Navidad.
A veces pienso que sería más fácil sólo celebrar la Navidad, pero estoy segura que el celebrar con fervor el Adviento traerá grandes frutos para nuestra familia, sobre todo en el plano espiritual, así que aquí te dejo 5 Tips para vivir un Adviento más espiritual en familia.
PRIMERO. Investiga que significa Adviento.
Esto es básico para poder vivir de forma integral esta época previa a la Navidad.
En muchas ocasiones ni nosotros sabemos a ciencia cierta para qué sirve.
Recordemos que nadie da lo que no tiene, por eso es necesario estar convencidas para convencer a nuestra familia.
Este tiempo que estamos viviendo es propicio para la preparación ya que al estar con la restricción de actividades nos da tiempo para vivir esta preparación con más ánimo y más de corazón.
SEGUNDO. Prepara material didáctico.
Cuando tenemos hijos pequeños es bueno hacer algunas gráficas o láminas donde nuestros pequeñitos puedan entender el verdadero sentido del Adviento.
Si nuestros hijos ya son más grandes podemos buscar lecturas, películas y material que nos permitan contagiarlos de este ambiente de recogimiento y preparación que debemos vivir en familia.
Es bueno también seguir un calendario de Adviento que nos ayude a ir meditando y realizando acciones concretas para prepararnos mejor y si es en familia es mucho mejor.
TERCERO. Ten lista la corona.
En muchas ocasiones sólo ponemos la corona de Adviento por costumbre pero es necesario hacer conciencia de lo que significa y a lo que nos estamos comprometiendo al ponerla.
Para esto es muy bueno que nuestros hijos nos ayuden a ponerla.
Conforme vamos acomodando las velas podemos ir platicando con ellos sobre el sentido que tiene la preparación para recibir a Jesús en nuestro corazón.
También debemos estar atentas a prender las velas cada domingo y hacer la pequeña ceremonia en familia.
Si no la hemos puesto, aún es tiempo. No importa que enciendas la primera vela entre semana, lo importante es que te animes a prepararte para el nacimiento de Jesús en tu corazón.
CUARTO. Vive los propósitos de Adviento.
Es muy sencillo entender esto porque es una forma de ir preparando el alma para recibir a Jesús.
Es como si vamos a tener una fiesta y vamos limpiando la casa poco a poco para que el día que llegan los invitados este digna de ellos.
Imagínate con este invitado que es el Rey de reyes, nuestro corazón debe estar reluciente y por eso debemos trabajar durante este tiempo para lograrlo.
Dios ve nuestras intenciones así que aunque no logremos hacer muy notorios nuestros cambios de actitud, es importante si hacer todo lo que esté en nuestras manos para lograrlo.
Y QUINTO. Nuestro ejemplo es importantísimo.
Si nuestros hijos ven en nosotros una actitud diferente, llena de Amor de Dios por los demás, dispuesta a servir a todos sin esperar nada a cambio, seguro que ellos desearan hacer lo mismo porque esa alegría que se irradia, se contagia en nuestra familia.
Y sobre todo un Adviento más espiritual y menos materialista, donde lo más importante sea ir puliendo nuestra alma para que esté lista y preparada para recibir a Jesús en ella.
Debemos empezar a vivir el Adviento nosotros para que nuestra familia llegue a vivirlo también.
Nosotras como mamás somos el pilar de la familia, pero los papás son el corazón de la familia así que los papás también deben estar incluidos en la vivencia de esta época de Adviento.
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