Fue a partir de los librepensadores franceses de la Ilustración (siglo XVIII) que empezaron a ponerse en tela de juicio varios dogmas de la fe católica, como sería -valga el ejemplo- el referente a la existencia del demonio.
Efectivamente, tanto éxito tuvieron aquellos autores que, durante el siguiente siglo, ya nadie creía que el demonio fuese un ser real.
Tan cierto es esto que -precisamente durante la segunda mitad del siglo XIX- el poeta Charles Baudelaire llegó a decir que el mayor triunfo de Satanás era haber logrado que nadie creyese en su existencia.
Y así ocurrió durante gran parte del siglo XX, llegándose al extremo de pensar que el tema del diablo era un cuento terrible con el que las abuelitas asustaban a los niños para que se fuesen temprano a dormir.
Y así durante muchos años hasta que William Peter Blatty publicó una novela cuyo éxito fue rotundo: El exorcista, en la cual trata acerca de una niña poseída por el demonio que fue liberada gracias al exorcismo realizado por un sacerdote jesuita.
Dicha novela fue llevada al cine, alcanzando un éxito mundial. A México llegó en los primeros meses de 1975.
Pues bien, a raíz del éxito obtenido por dicha novela, la gente empezó a interesarse por un tema que la gran mayoría había olvidado y que -aunque algunos lo nieguen- es de actualidad permanente.
Consecuencia del interés por todo lo relativo al demonio fueron una serie de películas de terror barato que pretendían asustar más que dar una enseñanza teológica.
Era necesario que el tema se estudiase con la seriedad debida, quitando lo morboso y enfocándose en la que es una evidente realidad preternatural.
Esa es la razón por la cual celebramos la aparición de un libro que trata todo lo referente al demonio con la maestría tanto de un científico como de un teólogo.
El libro se titula ¿De qué diablos estamos hablando? Principios de demonología y exorcismo y su autor es todo un personaje dentro de la arquidiócesis primada de México: El Padre don Rogelio Alcántara.
El padre Alcántara es doctor en Teología por la Universidad Gregoriana de Roma, posee varias maestrías y licenciaturas y en la arquidiócesis primada desempeña el cargo de director de la Comisión para la Doctrina de la Fe.
Su obra es un extenso tratado de angelología, o sea que incluye la naturaleza y acción tanto de los ángeles fieles como de los demonios. Una obra que aclara todas las dudas habidas y por haber y que -con solidez científica y teológica- desbarata supersticiones.
En su muy documentada obra, el padre Alcántara habla de las posesiones, de los exorcismos y de los pactos con el demonio.
“Ignorar a Satanás”, nos dice el autor, “no lo hace desaparecer, ni reduce su actividad contra ti; al contrario, tu ignorancia te hace vulnerable a su acción” (Óp. Cit. Página 38)
Un libro, repetimos, extenso puesto que contiene amplios elementos de Teología Dogmática, Moral e incluso Sacramentaria.
Ahora bien, no vaya a creerse que -por ser sólido y profundo- el libro resulta aburrido a los lectores.
Nada de eso, el padre Alcántara tiene la habilidad de manejar su tratado a base de esquemas que están al alcance de cualquier nivel cultural; es así como, por medio de 617 preguntas, aclara cualquier cuestión por muy peliaguda que ésta parezca.
El padre Alcántara apoya su estudio tanto en la doctrina tradicional de los Padres y Doctores de la Iglesia como en la de teólogos modernos y -de modo muy especial- en las obras del Padre Gabrielle Amorth, el más famoso exorcista de los tiempos modernos.
Hemos leído la obra con toda calma, analizándola con detalle y llegamos a la siguiente conclusión: No se trata de un libro más; se trata de toda una enciclopedia que no debe faltar en ningún hogar católico puesto que nos aclara cualquier duda en el momento en que la consultamos.
Un libro que, aunque no se lea completo, no por eso deja de ser útil puesto que la serie de índices que su autor ha colocado en el lugar preciso ayudan a los lectores en el momento en que desean profundizar en un tema determinado.
Un libro que, no está por demás decirlo, gracias a su metodología esquemática, resulta fácil de consultar.
El tema del demonio permaneció oculto durante más de dos siglos y ni duda cabe que dicha ignorancia contribuyó a que las fuerzas del Mal hayan desencadenado tantas tragedias sobre la humanidad.
Y es que ignorar al enemigo no lo desaparece; mejor es descubrirlo, estudiar sus estrategias y luchar en buena lid.
Eso es lo que ha hecho el padre don Rogelio Alcántara y, sin lugar a dudas, su obra se ha visto coronada por el éxito.
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