En esta fiesta de Cristo Rey es bueno que pensemos en qué medida reina Cristo en nuestra familia, qué tanto tenemos la Voluntad de Dios en nuestros planes.
Si nosotros como padres estamos dispuestos a poner a Cristo como rey de nuestra familia, es seguro que nuestros hijos crecerán viéndolo y se darán cuenta que este estilo de vida es el más seguro porque pone a nuestra familia bajo el resguardo y protección de Jesucristo Rey del universo.
Es bueno tener signos visibles de esto para que nuestros hijos lo puedan comprender, por eso aquí te dejo mis 5Tips para lograrlo.
PRIMERO. Pon un altar pequeño en el centro de tu hogar.
Es una forma muy gráfica de hacer que nuestros hijos comprendan que Cristo es el centro de la vida familiar.
De ser necesario, hay que poner una imagen de Jesús, otra de la Virgen y de los santos de nuestra devoción.
Este altar puede ser adornado por nuestros hijos pequeños para que lo sientan propio. Nuestros hijos más grandes pueden también colaborar para que el estilo de la familia esté impregnado en él.
SEGUNDO. Conoce la Palabra de Dios.
La Biblia es la Palabra de Dios y si conocemos la Palabra de Dios conocemos a Dios y así lo podemos amar y hacerlo nuestro Rey.
Para los niños pequeños hay Biblias adecuadas para ellos, con letras grandes e ilustraciones coloridas.
Para los jóvenes hay versiones que les ayudan a entender la Palabra de Dios en clave joven ya que el lenguaje es más entendible y tienen reflexiones adecuadas.
TERCERO. Trata de seguir los tiempos litúrgicos.
El calendario litúrgico nos ayuda a conocer y reflexionar durante todo el año la vida de Jesús.
Es así que debemos conocer los tiempos y fiestas litúrgicas para que si no sabemos sobre alguna, podamos profundizar en ello.
Podemos hacer un plan para que la familia viva estas fiestas y preparar material para que nuestros hijos pequeños las vivan también.
CUARTO. Frecuenta la Misa dominical.
Si Cristo es nuestro rey, no deberíamos tener problema para regalarle una hora de nuestra semana para asistir a Misa.
El Evangelio dominical nos va guiando a través del ciclo litúrgico para que reflexionemos en cómo vivió Jesús aquí en la tierra y cómo podemos imitarlo en nuestra vida.
Además, alimentarnos de la Eucaristía y recibir frecuentemente el sacramento de la confesión nos ayudará, nos fortalecerá, para poder dar testimonio de nuestra fe en nuestro día a día, aunque a veces implique ir contra corriente.
Y QUINTO. Recibe los sacramentos y haz que tus hijos los reciban en tiempo.
Si nuestros hijos ven que nosotros comulgamos cada domingo y nos confesamos una vez al mes o por lo menos cada dos meses, ellos aprenderán que así se comporta un amigo de Jesús, y será mucho más fácil que quieran imitarlo, ponerlo en práctica.
Mientras son pequeños, es nuestra responsabilidad acercarlos a Jesús y a los sacramentos, por eso es importante inscribirlos en el catecismo para que se preparen y los reciban, pues ¿Cómo seguir a un rey que no conocen?
Si alguno de tus hijos ya tiene edad para recibir los sacramentos de iniciación cristiana (bautismo, primera comunión y confirmación) y aún no los tiene, será un buen propósito acercarse lo antes posible a la parroquia para comenzar el proceso.
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