1) Para saber
Gran pesar causó en todo el mundo el fallecimiento del Papa Emérito Benedicto XVI, a la edad de 95 años. Terminó la vida de quien, como él mismo se nombró el día de su elección como papa, fue: “un humilde trabajador en la viña del Señor”. En su funeral, el papa Francisco elogió su entrega agradecida y orante de servicio al Señor y a su Pueblo. Por ello renunció al pontificado el 11 de febrero de 2013 diciendo que no podía seguir sirviendo a la Iglesia por su avanzada edad y falta de fuerzas. Así mostró una gran humildad y fortaleza.
Joseph Aloisius Ratzinger fue elegido papa en abril de 2005. Antes había servido como sacerdote, obispo, teólogo, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal y uno de los más cercanos colaboradores de San Juan Pablo II. Ha sido reconocido como uno de los más grandes teólogos del siglo XX. Se reconoce su fortaleza por defender la verdad, compromiso que era con Dios, quien es la verdad. Como se recuerda, advirtió de la “dictadura del relativismo”, lo cual no agradó a todos.
El papa Francisco destacó su legado: “Con conmoción recordamos su persona tan noble, tan gentil. Y sentimos tanta gratitud en el corazón: gratitud a Dios por haberlo donado a la Iglesia y al mundo; gratitud a él, por todo el bien que realizó, y sobre todo por su testimonio de fe y de oración… Solo Dios conoce el valor y la fuerza de su intercesión, de sus sacrificios ofrecidos por el bien de la Iglesia”.
2) Para pensar
Algunos han compartido cuánto le deben en su proceso de conversión. Por ejemplo, Luz Stella Bojacá contó en Twitter: “Benedicto XVI fue vital en mi proceso de conversión cuando entendí que solo el amor a Dios podía reunir a tantos jóvenes y a este noble Papa en medio de la tormenta”. También Ángel Heredia comentó: “Benedicto XVI fue alguien que marcó mi vida, hizo despertar en mí la búsqueda de razones a mi fe, descubrir que la Fe puede ser razonada, valorar lo antiguo y lo nuevo”.
Un testimonio que ha impactado es el de Sohrab Ahmari, musulmán, fundador y editor de la revista “The American Conservative”. Él era de religión chiita, una de las principales ramas del Islam. En un artículo publicado por The New York Times, Ahmari recordó que el discurso que Benedicto XVI dio en la Universidad de Ratisbona en 2006, suscitó violencia en sectores del mundo musulmán, pero en cambio para él, que era “un ateo nacido de chiítas”, esa ponencia la ayudó en su comprensión, de tal modo que “una década después del alboroto de Ratisbona, fui recibido en la plena comunión con la Iglesia Romana, una decisión que fue en buena parte inspirada por los escritos de Benedicto”.
3) Para vivir
El secretario de Benedicto XVI, el Arzobispo alemán Georg Gänswein, declaró que el enfermero del papa, que no sabe alemán, le contó cuáles fueron sus últimas palabras. Eran cerca de las 3 de la mañana del 31 de diciembre, que pronunció en italiano: “¡Signore, ti amo!” (Señor, te amo).
Es muy significativo y podemos decir que de la misma manera que vivió, así murió: amando al Señor. Ahora goza del amor de Dios en plenitud. Una lección para que procuremos vivir amando al Señor y diciéndoselo.
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