1) Para saber
Se dice que esperar en Dios no es fácil, pero es lo más seguro. A partir de aquella parábola en que el dueño de la viña sale a contratar trabajadores a todas horas del día, y al final de éste les paga lo mismo a todos, el Papa Francisco comenta que ese dueño representa a Dios mismo que no se cansa de salir a buscarnos. Dios no espera nuestros esfuerzos para venir a nosotros y no se rinde si tardamos en responderle; al contrario, Él toma la iniciativa. Así fue la Redención: Jesús vino a nosotros para mostrarnos su amor. Nos busca a todas las horas del día que, como afirma San Gregorio Magno, representan las diversas estaciones de nuestra vida hasta la vejez. Que nunca olvidemos que para su corazón nunca es demasiado tarde, Él nos busca y nos espera siempre, ¡siempre!
2) Para pensar
“Regreso a Ítaca” es un reportaje que recoge seis historias de personas que han vuelto a la fe católica después de varias décadas sin práctica religiosa. María Villarino, coordinadora del proyecto, explicó que el nombre de Ítaca es el de la isla que menciona Homero al regreso de Ulises a su casa y es “símbolo del viaje del que vuelve a casa”.
Una de esas historias es la de José Antonio Rodríguez, pintor profesional. Perdió a su madre por cáncer cuando él tenía 15 años. Fue un duro golpe que se transformó en odio a la Iglesia y a Dios. “Yo odiaba a Dios porque me había quitado a mi madre” afirma. Ya casado, tuvo una crisis laboral y familiar. Su hija de ocho años, al verlo tan mal, le dio una oración a San Josemaría para que encontrara trabajo: “Rézale que te ayudará”. Empezó a rezarla sin fe. A partir de entonces todo comenzó a resolverse. A los 7 días le llamó un sacerdote para aceptar un proyecto educativo a través del arte. Pero sobre todo, dice, cambió su vida interior y le suscitó un interés religioso. Lo que antes no le importaba nada, como la confesión, la Misa, ahora lo deseaba. Comenzó a valorar el trabajo, las personas, la familia. Dice que se siente como vuelto a nacer, como haber resucitado y a vivir una “VIDA PLENA Y FELIZ, ¡con mayúscula!”.
El documental —se puede ver en opusdei.org—, recuerda las palabras del Papa Francisco: “Dios es un Padre que me ama y espera mi regreso”. La Iglesia es madre y hogar, no una institución fría y burocrática.
3) Para vivir
El significado de que el dueño de la viña pague a todos el mismo salario a pesar de que unos trabajaron más que otros, se puede interpretar, dice el Papa Francisco, porque Dios tiene el corazón tan amplio, que a todos les da su mismo amor incalculable. La justicia de Dios es superior a la humana, no mide su amor por nuestros rendimientos o fallos: Dios nos ama y basta, nos ama incondicionalmente porque somos hijos.
El papa nos previene para no tener una relación “mercantil” con Dios, centrándonos más en nuestros logros que en su generosidad y su gracia. Ni podemos juzgar a los demás, sin pensar que Dios los ama como a nosotros nos ama.
Nos invita a preguntarnos si somos generosos dando “más” de comprensión, de perdón, como Jesús hace con nosotros. Imitémoslo, sin limitarnos a dar según recibimos. Terminó el papa pidiéndole a la Virgen que nos ayude a ofrecer gratuitamente nuestro amor.
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