“Como ya dije en Roma, continúen avanzando sin desfallecer en la construcción de una sociedad cimentada en el desarrollo del bien, el triunfo del amor y la difusión de la justicia” dijo ante los más de dos mil presentes que de cuando en cuando interrumpían su intervención para echarle porras como “Benedicto hermano ya eres mexicano” o “Benedicto México te ama”.
El Sumo Pontífice, quien estará hasta el próximo lunes en nuestro país, aseguró que viene como peregrino de fe, de la esperanza y la caridad, “deseo confirmar en la fe a los creyentes en Cristo, afianzarlos en ella y animarlos a revitalizarla con la escucha de la Palabra de Dios, los sacramentos y la coherencia de vida”.
Al acto que acudieron diversos gobernadores y jerarcas de la Iglesia, el obispo de Roma externó su amor por México, “ya sé que estoy en un país orgulloso de su hospitalidad y deseoso de que nadie se sienta extraño en su tierra. Lo sé, lo sabía ya, pero ahora lo veo y lo siento muy dentro del corazón. Espero con toda mi alma que lo sientan también tantos mexicanos que viven fuera de su patria natal, pero que nunca la olvidan y desean verla crecer en la concordia y en un auténtico desarrollo integral”.
Por su parte Calderón Hinojosa, quien estuvo acompañado por su esposa Margarita Zavala y sus hijos, dio la bienvenida al Jefe de Estado Vaticano en nombre de los mexicanos y reconoció que el país atraviesa por situaciones difíciles y decisivas por lo que su presencia adquiere un significado enorme.
“México también ha sufrido Su Santidad lo sabe la violencia despiadada y descarnada de los delincuentes como nunca antes y de sufrimiento que el crimen organizado inflige a nuestro pueblo y muestra hoy su rostro de maldad como nunca antes”, así como sequías, inundaciones, epidemias y terremotos, pero resaltó que pese a todo los mexicanos seguimos de pie.
Cuando el Presidente aseguraba que “somos un pueblo fuerte” fue interrumpido por los asistentes quienes bajo un sol abrazador corearon “México siempre fiel”, y dejaron que el mandatario continuara con su discurso en el que destacó la perseverancia “en la esperanza y la solidaridad en la solidaridad. Porque somos un pueblo que tiene valores y principios, que cree en la familia, en la libertad, en la justicia, en la democracia y en el amor a los demás. En valores que son fuertes como la roca. Y es por ello, que su visita nos llena de alegría en momentos de gran tribulación”.
El mandatario le aseguró que encontrará en el mexicano a un pueblo noble, hospitalario, cálido, alegre, que tiene en altísima estima al Sumo Pontífice. Lo que el Papa pudo constatar desde el emotivo recibimiento que le dieron los presentes en la ceremonia de bienvenida, hasta con las centenares de miles de personas que lo esperaban por las avenidas donde pasó en su papamóvil.
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