Cada vez más cardenales exigen una reforma a la Curia

“No tendremos cónclave pronto”. Esto es lo que opina el titular de Investigaciones Históricas de la UNAM, el doctor Jorge Traslosheros Hernández pues antes de votar por un nuevo obispo de Roma, los cardenales reunidos en las congregaciones generales han pedido conocer la información general de la investigación de los Vatileaks que el Papa Emérito BXVI mandó realizar a los cardenales Julián Herranz, Salvatore De Giorgi y Josek Tomko.

Como marca la tradición eclesial, las congregaciones generales pueden extenderse hasta por 20 días para después llevar a cabo el cónclave así que pese a que se pronosticó que se tendrían congregaciones breves como los cardenales italianos quieren, parece que éstas se extenderán ante la creciente petición de varios electores que han pedido discutir el caso Vatileaks.

Sin embargo, los Vatileaks “son tan solo es el síntoma de la enfermedad pues lo que se analizará de fondo es la situación de la Curia, el clamor de los cardenales para mejorarla pues actualmente es ineficiente, opaca y no hace bien su trabajo que debería ser apoyar al Papa en el trabajo pastoral pero que desde hace 15 años más o menos, entorpece las acciones del Pontífice”, como asegura el especialista.

El presidente de la Conferencia Nacional de obispos de Brasil, el cardenal Raymundo Damasceno Assis así como los otros 4 brasileños, el “papable” vienés Christoph Schoenborn, los 11 cardenales de Estados Unidos, entre ellos otro “papable” Patrick O’Malley, el alemán Walter Kesper y el húngaro Péter Erdő, también “papable”, fueron los electores que han pedido se les presente un informe de la investigación de los Vatileaks.

Antes de anunciar su renuncia, Benedicto XVI solicitó una investigación del caso a tres cardenales a los que les dio órdenes de que la información fuera reservada al próximo Papa pero les autorizó  dar información general del caso; es decir, si ahondar en nombres, fechas y detalles, a los cardenales reunidos en las congregaciones nacionales para de esta forma, hacer un mejor criterio de selección del nuevo obispo de Roma.

La importancia de que los cardenales conozcan la información del caso Vatileaks es clave, pues de acuerdo a Traslosheros Hernández el objetivo de ello es iniciar una reforma a la Curia mediante el diagnóstico de los problemas que el órgano del gobierno central de la Iglesia padece y cuyo objetivo es apoyar la misión del Papa.

Como bien apunta el especialista, el próximo Papa necesitará de una Curia transparente y eficaz pues actualmente tiene un modelo administrativo del siglo XVIII por lo que debe evolucionar a uno del Siglo XXI y la reforma a la Curia es ya un tema que cada vez más cardenales exigen abordar. El cardenal alemán Kasper, por ejemplo, señaló que más allá del asunto Vatileaks, la Iglesia debe plantearse a fondo una renovación de la Curia vaticana:

“Es una reforma prioritaria porque falta diálogo interno, los dicasterios no se hablan, no hay comunicación”. Especialistas en el tema aseguran que con esto se viene a confirmar la idea de que mientras los cardenales italianos, quienes son la mayoría en número con 28, querían congregaciones breves y un cónclave rápido, los purpurados extranjeros prefieren llevarse el tema con calma pues apenas se conocen y necesitan analizar de fondo la problemática de la Curia.

Así la preocupación de la mayoría de los cardenales es encontrar a un nuevo Papa que pueda comunicarse con todo el mundo y que, de acuerdo a las declaraciones de un purpurado al diario La Stampa, sea “un Papa como san Francisco, un hombre que sepa sonreír como Juan Pablo I, que pueda mostrar el rostro de la misericordia de Dios y que sepa reformar la Curia, para hacer que sea más creíble y transparente”.

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