“Ni el susto más grande en mi vida, ni aventarme de la montaña rusa, me alteró la presión como el momento en que el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, me eligió a mí como una de los 18 laicos que recibirán la comunión del Papa”, relató emocionada a Notimex, en una banca ubicada a unos metros de la catedral de León.
Hace un mes, recordó, “por parte de la Arquidiócesis de Morelia me invitaron a atender a medios de comunicación durante la visita papal, con lo que ya me sentía privilegiada para estar cerca del Sumo Pontífice”.
Sin embargo, una semana después el arzobispo de Morelia, de quien fuera reportera mucho tiempo, “me llama y me dice: ‘fíjate que me ofrecieron del Episcopado Mexicano una oportunidad para que un laico de la arquidiócesis reciba la comunión de manos de Su Santidad, ¿quiéres?’.
“La verdad no entendí muy bien, y aunque quise aceptar inmediatamente por impulso, como que la pregunta aún se estaba procesando en mi cerebro; me volvió a preguntar y apenas esbocé un sí con la voz que no me salía por el impacto.
“Y es que el corazón se me aceleró tanto, bombeo a su máxima; de hecho, en mi vida nunca tuve un acelere tal, la noticia me bajó la presión, de repente no escuchaba, me zumbaban los oídos, el corazón se desquició y pues la verdad me tarde horas y días en asimilarlo”, confiesa Eva, que representará como laica a esa arquidiócesis.
Para quienes se preguntan ¿quién es Eva Sánchez y de qué privilegios goza?, ni ella misma tiene la respuesta; y desde el día de la noticia no cesa de preguntarse: ¿por qué yo?, pues el arzobispo “nunca me contó por qué me eligió; sigo sin saber por qué yo”.
El hecho, aclaró Eva, es “que soy una persona normal, lo que me hará diferente es precisamente que recibiré la comunión de manos del Papa” durante la misa multitudinaria a celebrarse en el parque Bicentenario el próximo domingo 25 a las 10:00 horas.
Eva Sánchez, de 35 años de edad, quien estudió Ciencias de la Comunicación y actualmente trabaja en la parte administrativa de una universidad particular de inspiración cristiana en Michoacán, comentó que de “vocación soy comunicóloga y, como me gusta mucho esa actividad, por apostolado hago periodismo”.
Dijo estar disfrutando mucho estos momentos, pero “todavía como sin saber que me estoy deleitando, porque ni siquiera alcanzo a dimensionar. De hecho, lo he platicado muy poco, he querido reservarme un poco”.
Reconoce que “es un pastel tan grande que no me quiero comer sola, claro que lo quiero compartir con mucha gente, pero todavía no lo proceso y ha sido algo muy especial en mi vida; yo creo que mi vida ya no va a ser la misma, desde este momento ha habido mucho silencio externo pero también mucho diálogo del corazón con Dios”.
Para Eva es tan grande la noticia que reconoció tener miedo de que pase algo y no llegue el Papa a México; sin embargo, “si por algo no llegara, con la emoción de hoy me quiero quedar”.
Así, sin entender por qué, Eva decidió prepararse para la comunión con el Papa, primero espiritualmente: se confesó y pidió asesoría con unas religiosas, pero en donde más me ha costado ha sido en las partes psicológica y emocional.
La comunión de manos del Papa la recibirán sólo 18 laicos, es decir, un representante de cada arquidiócesis, y supongo que cada arzobispo escogió a una persona y eso es cada vez más compromiso.
“Siento que voy a llegar con un morralito en donde voy a llevar a toda la gente que me conoce y gente que quiero también”. Esto viene a fortalecer mi fe y a comprometerme más con Dios; con mi Iglesia, que luego es muy atacada; también con el arzobispo, que fue el medio, sostuvo.
La Iglesia católica en México se encuentra organizada en 68 diócesis, 18 arquidiócesis y dos eparquías. Las arquidiócesis son: Acapulco, Antequera (Oaxaca), Chihuahua, Durango, Guadalara, Hermosillo, León, México, Monterrey, Morelia, Puebla, San Luis Potosí, Tijuana, Tlalnepantla, Tulancingo, Tuxtla Gutiérrez, Xalapa y Yucatán.
Notimex
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