Alianza de Amor con el Sagrado Corazón de Jesús es una de las Obras de la Cruz dirigida a los laicos fundada en Puebla en 1909 por Conchita Armida, Monseñor Ramón Ibarra González y el P. Félix de Jesús Rougier en Puebla.
Conchita era laica y mística. Joaquín Antonio Peñalosa, en su libro “Yo soy Conchita Armida”, relata así el siguiente coloquio:
“El 24 de octubre nacía la tercera de las Obras de la Cruz. Me dijo el Señor:
– Quiero una asociación o liga de personas seglares. Muchas almas hay que, anhelando la perfección, no pueden ser religiosas y lo serán en su casa, en el ambiente en que se desenvuelven, almas que busquen santificarse según el espíritu de la Cruz. Quiero hacer renacer el fervor de los primeros cristianos. Muchos son los dispuestos que esperan esta gracia, este sacudimiento espiritual.
– A mí lo que no me gusta es el nombre de liga, me parece de masones. Dame otro nombre muy bonito.
– Alianza de Amor con la Cruz del Sagrado Corazón. ¿Te gusta?
– Sí, me encanta. Alianza de Amor, es como un pacto con tu cruz.
– Te voy a decir una cosa, tú serás también madre de esta alianza. Comunica esta mi voluntad, que tú eres el conducto del que me valgo para mis altos fines”.
Los miembros de Alianza de Amor tienen como carisma vivir en plenitud la consagración bautismal, volviendo sagrado lo cotidiano, uniéndolo a Jesús para glorificar al Padre con María por la salvación de los hombres y santificación de los sacerdotes. Su obra es consolar al Sagrado Corazón de Jesús, conociendo y amando sus dolores más íntimos.
Una nota característica de las Obras de la Cruz, que se percibe en Alianza de Amor, es el sentido sacerdotal, tanto en el aspecto del ofrecer a Dios, como en el aspecto de orar y pedir por los sacerdotes.
El Espíritu Santo tiene un lugar muy importante en su oración y cotidianamente se hace el “Ofrecimiento del Verbo” con una plegaria particular, pero también es frecuente, con una oración especial, ofrecer la Comunión por los Sacerdotes.
Alianza de Amor es una asociación privada de fieles laicos reconocida por el Papa Benedito XVI en octubre de 2006. Cuenta con un Consejo Central que administra a toda la asociación, hay además para su organización divisiones en zonas y cada zona tiene Consejos locales y éstos coordinan a los diferentes centros.
Cada centro es el punto de contacto de la vida cotidiana de la asociación, el centro tiene diferentes comunidades que cuentan con un número de entre 8 a 12 personas.
Se reúnen cada semana en un mismo lugar, participan en la Santa Misa y al terminar se continúa con la sesión; en el caso extraordinario que se reúnan en una casa particular, se reza la Liturgia de las horas y se continúa con la sesión, además es muy importante el Jueves Sacerdotal.
En este ambiente se da la formación a sus miembros, que en un inicio contempla la Evangelización, un periodo de Iniciación, otro de Profundización, tras lo cual se hace un Compromiso temporal, que da paso a una Segunda Profundización y a un Compromiso permanente. En total son cuatro años de preparación.
Alma Ibarrola cuenta que fue invitada varias veces a la Alianza, pero simplemente no accedía, no obstante que su mamá formó parte de ella unos 35 años. Tras mucho tiempo, volvió a su ciudad natal y su marido sufrió una embolia y se dijo: “ya estuvo bueno de pretextos”.
Sólo tiene 5 años desde su compromiso, pero cuenta que, para ella, esto ha sido definitivo; “me hace ver la santidad posible”, dice.
En su experiencia de vida comenta que “la médula de Alianza es santificar el dolor”. Explica que “el dolor que no se ofrece se desperdicia y de todas formas duele, hasta duele más”.
La señora Alma comenta alegremente que junto con sus compañeras coopera con Cáritas en Morelia, Michoacán, y ella gusta de organizar peregrinaciones a Jesús María, en San Luis Potosí, donde fue puesta la primera Cruz del Apostolado y recomienda “aceptar lo que Dios te manda”.
Puedes ver más información aquí: http://www.alianzadeamor.com/index.php
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