Analizan papel de la Cristiada en la edificación del Siglo XX

El 18 de mayo de 2015, con motivo de la conmemoración de la canonización de los mártires de Cristo Rey, San Cristóbal Magallanes y compañeros, los Caballeros de Colón prepararon una serie de conferencias, bajo el título: “Hacia una nueva evangelización”, en la ciudad de Cholula, en Puebla, México.

El ciclo de conferencias comenzó con la celebración de la Misa, en la que durante la homilía el Padre Christopher Cortés mencionó que el hecho de que los mártires hayan muerto al grito de “¡Viva Cristo Rey!” no fue un acto meramente humano, sino que fueron inspirados y sostenidos por el Espíritu Santo, como ahora sucede con los cristianos coptos que murieron con el nombre de Jesús como su última palabra.

Al término de la celebración, Manuel Díaz Cid, politólogo de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), dictó la conferencia: “La importancia histórica de la Cristiada en la edificación del siglo XX”.

Díaz Cid comentó que en el magisterio de la Iglesia hay diversos documentos, tales como Multiplices Inter I de Pío IX o Humanus Genus de León XIII, en los que se condena la masonería, así como su relativismo filosófico y moral, y otras sociedades secretas.

También señaló que en el marco de la Guerra Franco-Prusiana, de 1870, el apoyo de los soldados de la guarnición de Roma fue un pretexto para que Otto von Bismarck actuara contra el Papa. El 20 de septiembre de ese año, Víctor Manuel II entró en la capital del Reino de Italia, y treinta años después en esa misma fecha, quedan disueltos los Estados Pontificios.

En ese lapso, el Papa Pío IX se autoproclamó prisionero en el Vaticano, y a la unificación de Italia, los antes Estados Pontificios se suman al nuevo Estado, estableciendo su capital en Roma. Bajo este antecedente se firman el 11 de febrero de 1929 los Tratados de Letrán entre Pío XI y Benito Mussolini, en el que la Iglesia reconoce a Italia como Estado soberano y ésta hace lo propio con el Vaticano.

En México los documentos pontificios Humanun Genus y Rerum Novarum no se difundieron, previendo que se generaran fuertes conflictos. Fue hasta principios del siglo XX que, gracias a la labor del Padre Bernado Bergöend, que dichos documentos comienzan a darse a conocer, dando como resultado un “catolicismo social” por el que se crean gremios de trabajadores, de pensadores, etc. Junto al Catolicismo Social, nace el Catolicismo Político y aún más, uno Integrista.

El Padre Bergöend recomendó que ante la fundación de un partido por los católicos no debería de tener una connotación religiosa para que fuese un partido de todos, lo que no ocurrió, ya que se fundó el Partido Católico Nacional, en 1911. Madero vio con buenos ojos su nacimiento; no obstante, por haber ganado 4 gubernaturas entre otros cargos electivos, la masonería pide a Madero desconocer las elecciones y tras diversas negociaciones aceptan retener sólo el gobierno de Jalisco.

El Partido pierde calidad moral y tras algunos llamados de la Iglesia no obstaculizan a Madero pero tampoco le defienden. Cuando llega Victoriano Huerta, sólo un diputado del partido acude a su toma de posesión, a cambio de un auto; Huerta, furioso, quita el registro al Partido Católico, por su connotación religiosa como lo había advertido el Padre Bergöend.

Hechos persecutorios contra la Iglesia son en esta época previa a la Guerra Cristera, el atentado a la Imagen de la Virgen de Guadalupe, del que salió ilesa y queda como testimonio el Cristo del Atentado, un crucifijo cercano a la Imagen y que quedó doblado; o el haber obligado a diversos obispos a barrer el zócalo con sus vestiduras episcopales.

El periodo de la Presidencia de Calles fue brutal, y ante tanta presión los Obispos solicitan una entrevista con él, pero él les dijo que debían cumplir la ley o no había salida, que acudieran a sus diputados, pero ellos le dijeron que no tenían, entonces les respondió, que cumplieran la ley o se levantaran en armas.

Las posturas de los católicos que interesados en defender su fe tomaron dos posturas: la de la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa y los promotores del boicot económico, siguiendo el ejemplo de los Irlandeses que a la postre lograron liberarse de los protestantes y masones de Orange.

El ponente menciona que el historiador Jean Meyer, considera que el boicot fue lo que más golpeó al gobierno. Calles pensó que acabaría fácilmente con lo católicos y lo provocó, no contó con el boicot ni con medio millón de combatientes. Los arreglos que terminaron el conflicto los firmó Emilio Portes Gil, sucesor de Calles, no obstante que Enrique Gorostieta había advertido que no se debía confiar en el gobierno, porque costaría mucha sangre, lo que en realidad sucedió, y confirma el documento Acerba Animi, de Pío XI.

Como conclusión el ponente menciona que el plan de destruir el cristianismo no funcionó, así en el panorama actual no hay predominio jacobino. Los acuerdos no fueron tan malos y que la disyuntiva actual para los católicos es ser los últimos de ayer o los primeros de mañana

 

Con información de Fernando Limón- Corresponsal en Puebla

 

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