Comunión y Liberación analiza la vida de San Junípero Serra

El Movimiento Comunión y Liberación en la Ciudad de México llevó a cabo el Encuentro DF 2016 con el lema “Tu eres un bien para mí”, en las instalaciones del Centro Universitario Incarnate Word (CIW) los días 15 y 16 de abril.

Durante el primer día de trabajos, Eduardo González de Pierro, de la Universidad Michoacana, mencionó las características de la unicidad e irrepetibilidad de la persona humana, un pequeño mundo en sí mismo concluido, como decía Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein). Por otro lado, encontrar a otro diferente de mí hace la gran maravilla de la alteridad, salir hacia a otro que no soy yo. No obstante, desde la Modernidad se fue aniquilando esta alteridad, se caracterizó por una subjetividad replegada, lo fue llevando a una pérdida de sentido cuya manifestación es posible ver en hechos como el Holocausto.

De esta manera es posible observar en la segunda mitad del siglo XX un giro ético hacia el otro, pero hay otros que siguen en la misma inercia del replegarse; sin embargo, ese giro ético no se ha radicalizado lo suficiente, pero es una esperanza genuina.

Me puedo dar cuenta de mi propio valor en el otro; la alteridad es preciosa para el propio yo. El otro no constituye un límite u obstáculo de mi libertad. Así, el Tu es el migrante, el ofendido, secuestrado, el anciano abandonado, pero también hay que ser consciente de que es el secuestrador y el ladrón, y la autoridad. El otro también puede ser mi enemigo. En la Primera Guerra Mundial se convivía en las trincheras, era posible ver directamente al otro, quien podría matarme; no obstante, el otro es un bien para mí, la alteridad es un bien, porque me afirma a mí mismo. Ahora bien, en el sentido cristiano profundo, es necesario ver al prójimo en todos los otros.

Ese mismo día, el Padre Xavier Cacho Vázquez S.I. desarrolló la charla: “¡Siempre Adelante!: La vida misionera de Fray Junípero Serra”. El Padre Cacho dijo que Fray Junípero, nacido en España, se formó como misionero en el Colegio de San Fernando en la Ciudad de México; y realizó un gran trabajo en la Sierra Gorda de Querétaro con los grupos chichimecas, su amor por los naturales de América era enorme, su caridad sobrepasaba los límites culturales y de lengua, eso es lo que llevó a lo indígenas a aceptar su mensaje.

Al momento de la expulsión de los jesuitas de la Nueva España, trabajaban incansablemente en la evangelización de la zona noroeste, en la Alta y la Baja California, así como en Sonora. Por este motivo, y para que las misiones no quedaran abandonadas, se nombró a Fray Junípero para atenderlas.

Ya en Baja California, fundó su primera misión, San Fernando, y comenzó un enorme trabajo hacia el norte, en la que llegó a levantar 10 misiones. Fundó San Diego, San Carlos, Santa Clara y llegó hasta San Francisco. San Junípero Serra hizo miles de kilómetros a pie, incluso con una pierna dañada.

El Padre Cacho comentó que la civilización de América la llevaron a cabo los misioneros, ya que los españoles no deseaban pasar penurias o hambre, por lo que se quedaban en las ciudades y pueblos. Finalmente, mencionó que ser canonizado es ser medido con una medida, la de Cristo, y Fray Junípero sí la dio, y como muestra de ello leyó una carta a su superior donde queda de manifiesto su obediencia, una virtud muy difícil de practicar, incluso hay quien dice que son los clavos de Cristo. Tuvo una gran devoción a la Virgen María Inmaculada y buscaba siempre la voluntad de Dios.

A la par de las charlas, se montaron dos exposiciones, una dedicada a la vida y obra misionera de Fray Junípero Serra, “Siempre adelante”, y otra que mostraba la labor del Padre Luigi Giussani, fundador del Movimiento Comunión y Liberación, a 10 años de su fallecimiento, bajo el título “De mi vida a la vuestra”.

 

 

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