Desde la fe platicó esta semana con el sacerdote argentino Patricio Hileman, quien se ha dedicado a fundar capillas de adoración perpetua en distintos países. El sacerdote afirma categórico que la gracia divina se derrama en los lugares donde se abren estos recintos sagrados, como ha sucedido recientemente en Ciudad Juárez.
La disminución en la tasa de criminalidad en ciudades donde se lleva a cabo la adoración perpetua al Santísimo Sacramento no es un invento –asegura– pues está probado con estadísticas. “Lo importante ahora es que estos centros cobren más fuerza en las iglesias”.
El P. Hileman explicó que la adoración perpetua, como tal, surgió gracias al Papa Juan Pablo II durante el Congreso Internacional de Sevilla en 1993. El ahora santo fue el primer interesado en que esta práctica fuera asumida con ahínco por los obispos, sacerdotes y comunidades católicas en sus parroquias, como una respuesta a la tercera parte del secreto de Fátima –el cuál él mismo hizo público–, que advertía sobre una guerra, sin armas, en contra de la Iglesia, la Eucaristía y los sacerdotes, como sucede en la actualidad. Incluso, esto motivó a que san Juan Pablo II abriera la primera capilla en el Vaticano, donde hasta el día de hoy religiosas velan y hacen oración durante toda la noche.
Precisó que san Juan Pablo II pidió personalmente al Obispo de Tailandia, Mons. Juan Bosco Manat que se organizara y abriera mil capillas en América Latina. “Fue así como surgió una comunidad de sacerdotes dedicados exclusivamente a la adoración perpetua; se trata de los Misioneros de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, que se dedican de tiempo completo a este fin”.
El P. Hileman, por ser el único hispanoparlante, recibió de esta comunidad dicha encomienda. “Mucha gente desconoce que hay personas que se turnan para adorar a Dios las 24 horas del día, de forma ininterrumpida, en el Santísimo Sacramento”.
El sacerdote reveló que en México –donde la comunidad tiene presencia desde hace trece años– el objetivo ha sido superado: “Hasta el momento hemos abierto 650 capillas y esperamos tener por lo menos mil en este país; en Argentina hay 250. Entre ambos países ya hemos abierto casi mil capillas. Consideramos que esto es gracias a la intercesión de la Virgen de Guadalupe, quien ama tanto a esta tierra”.
Dijo que, de alguna manera, en estos recintos se atiende el llamado del Papa Francisco en el sentido de que las iglesias estén abiertas las 24:00 horas, los 365 días del año, porque por encima de la inseguridad y del miedo, hay sacerdotes y laicos que son fieles adoradores de Jesús sacramentado.
Destacó que los adoradores más comprometidos son los que salen a misionar por las calles para dar a conocer a las personas que existen este tipo de capillas; también dijo que muchos prefieren adorar a Jesús de madrugada; acuden en ese horario por la tranquilidad y el silencio que se vive, lo que también les permite sentir una mayor cercanía con el Señor.
“En Ciudad Juárez, en particular, hemos visto que borrachitos, drogadictos y asesinos se convierten, son transformados; incluso, familias enteras que se encuentran destruidas vuelven a encontrarse con Cristo”.
Para concluir, el P. Hileman recordó que uno de los principales motivos que inspiraron la apertura de estas capillas en América Latina, fue la Virgen de Guadalupe: “En el Nican Mopohua, la Virgen de Guadalupe pidió una casita pequeña donde su hijo fuera adorado día y noche por todo su pueblo: “cuando una ciudad adora a Dios día y noche, ésta se transforma. Es un hecho comprobado”, aseveró.
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