El pasado 22 de enero, Su Santidad Francisco recibió en audiencia privada al Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y autorizó a promulgar el decreto que reconoce el milagro obtenido por la intercesión del Beato José Sánchez del Río, y con esta decisión se abre la puerta para su canonización.
El Beato José Sánchez de Río es mexicano, orihundo de Sahuayo, Michoacán; recibió el martirio durante la “Guerra Cristera” a la edad de 14 años. Nació el 28 de marzo de 1913 y murió el 10 de febrero de 1928. José era un muchacho que apoyaba activamente al Ejército Libertador, y en una refriega cerca de Cotija en la que tuvieron que replegarse los cristeros, al ver que habían matado al caballo del jefe Luis Guízar Morfín, sin pensarlo, le ofreció el suyo, dieciéndole: “yo no hago falta, usted si”.
Fue capturado y encerrado en una iglesia, que a su vez usaban como refugio de los gallos de un diputado; al ver este ultraje, mató a cada uno de esos gallos, pues sabía la dignidad que se le debe al Templo, a la Casa de Dios. Esto enfureció a las autoridades y decidieron matarlo. A un compañero suyo lo ahorcaron, pero sobrevivió y escapó, por lo que la parte final de su camino la recorrió sin compañero alguno.
Varias horas lo torturaron, le desollaron las plantas de los pies, lo hiceron caminar por las calles hasta el camposanto; ahí lo metieron a un pozo varias veces, lo apuñalron y asestaron algunos tiros. Moribundo, un soldado se ecercó a preguntarle: “¿qué quieres que le digamos a tus padres?” Y el niño respondió: “Que nos vemos en cielo. ¡Que viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe! Lo que lo enervó y le dio un balazo en la cabeza.
Fue beatificado el 20 de noviembre de 2005, por el Cardenal José Saraiva Martins, en un grupos de 13 nuevos beatos, entre los que se encontraban Anacleto Gonzlaez Flores y los Mártires de San Joaquín.
En su homilía, el Cardenal Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, dijo: “… nos debe invitar a todos, principalmnete a ustdes jovenes, para ser capaces de dar testimonio de Cristo en nuestra vida diaria. Queridos jóvenes, probablemnet Cristo no les pida el darramamiento de su Samgre, pero si les pide desde ahora, dar testimonio de la verdad en sus vidas, en medio de un ambiente de indiferencia a los valores tarscedentales y de un materialismo y de un hedonismo que busca sofocar las conciencas. Cristo espera además, su apertura para poder recibir y acoger su proyecto vocacional por Él preparado, Solo Él tiene para cada uno de ustedes, las respuestas a las interrogantes de sus vidas y los invita a seguirlo en la vida matrimonial, sacerdotal o religiosa.”
El milagro aprobado consiste en la curación de una bebé de cuatro meses de edad que tuvo 90% de muerte cerebral, sus posibilidades de sobrevivir eran escasas y aun si sobrevivía, su condición no sería favorable. Se celebró una Misa, en la que participaron la madre de la pequeña y niños de la catequesis, además pidieron la intercesión del beato, llegado el momento en que la desconectaron, no muere, mejora, inlcuso hoy no muestra secuelas, explica Antonio Berumen, vicepostulador de la causa de José Sánchez del Río.
El hoy Papa Emérito Benedicto XVI, en una ocasión estuvo frente a la reliquia del pequeño mártir.
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