Es muy grave que el Presidente de la Cámara de Diputados llame al gobierno de la república a la represión contra una institución que sólo ejerce dos derechos fundamentales: el de expresión y el de libertad religiosa.
Desde la fe (DLF): P. Hugo Valdemar, el pasado 15 de agosto, el Presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano Grijalva, pidió de manera enérgica a la Secretaría de Gobernación (Segob) sancionar a la Iglesia Católica porque, según él, “se está metiendo en terrenos que no le corresponde”. ¿Qué responde Usted al diputado?
P. Hugo Valdemar (P.HV): Es muy grave que el Presidente de la Cámara de Diputados llame al gobierno de la república a la represión contra una institución que sólo ejerce dos derechos fundamentales: el de expresión y el de libertad religiosa. Con esa declaración, lo único que hace el Sr. Zambrano es denigrar a la Cámara de Diputados que preside, pues ésta debe ser un lugar abierto para el diálogo y la conciliación de ideas, no para la represión de las mismas.
Pero no hay por qué extrañarse, pues más que como Presidente de los Diputados, habló como perredista, partido que ha sido un enemigo acérrimo de la Iglesia, y cuya agenda política busca destruir a las familias con iniciativas a favor de la muerte, como el aborto, dar a los niños en adopción a parejas homosexuales, legalizar la mariguana y demás drogas en contra del desarrollo integral de los jóvenes, etcétera, y así, mediante la promoción de una agenda que terminará por destruir a la sociedad mexicana.
(DLF): El Presidente de la Cámara de Diputados dijo que a la Arquidiócesis de México sólo le falta decir ‘Al diablo las instituciones’, ¿qué le responde?
(P.HV): Es preocupante la amnesia que sufre el diputado Zambrano, pues fue él, junto con su partido el PRD, quien aplaudió, hasta sangrar las manos, esa exclamación de quien fuera su candidato presidencial; fue él quien apoyó el cierre ilegal de la avenida Reforma; fue su bancada la que, de forma vandálica, tomó la Cámara de Diputados y quiso impedir la toma de posesión del Presidente elegido legítimamente; fue él y su partido quien puso en tela de juicio la legitimidad de las instituciones de las que, por cierto, viven y se enriquecen sin pudor. Cómo es posible que ahora venga a acusar a la Iglesia de una anarquía a la que ellos mismos incitaron.
(DLF): Es verdad que, como afirma el Presidente de la Cámara de Diputados, la Iglesia se está metiendo en terrenos que no le corresponden y está rebasando los límites legales?
(P.HV): La visión que el Presidente de los Diputados tiene de la Iglesia es tan pequeña como su argumentación pueril. La Iglesia no es sólo la jerarquía, es decir, los obispos y los sacerdotes, la Iglesia Católica en México la forman los más de cien millones de bautizados. Por lo tanto, si alguna legislación afecta a nuestros fieles, a sus familias, a sus niños, al futuro del país, los obispos y sacerdotes no pueden quedarse mudos. Estas propuestas alteran los valores fundamentales de las familias mexicanas; mientras la Iglesia esté en el mundo, no le puede ser ajena la política. La única política que le debe ser ajena es la partidaria, pero no la política, que se entiende como el medio para la consecución del bien común.
El diputado Zambrano, en su corta idea sobre la Iglesia y en su desprecio a los católicos laicos, no quiere ver la inmensa inconformidad de los padres de familia hacia estas propuestas destructoras de sus valores cristianos y morales. Piensa que sólo él y su partido saben lo que la sociedad necesita; por esa soberbia y miopía –aunada a su corrupción– hoy es un partido en extinción, como lo predije hace diez años, precisamente cuando impusieron su agenda inmoral y destructiva en la Ciudad de México.
(DLF): El diputado Zambrano criticó al semanario Desde la fe por utilizar, según él, descalificaciones que nada aportan al debate serio sobre el llamado “matrimonio igualitario”.
(P.HV): El problema del señor Presidente de la Cámara de Diputados es que no lee ni los periódicos, y por supuesto, dudo que alguna vez haya tenido entre sus manos un semanario Desde la fe. Nuestro semanario no ha descalificado, ha argumentado, y lo ha hecho a través de editoriales y artículos. Los últimos fueron cinco textos donde de manera seria, apoyados en estudios académicos, refutamos la propuesta presidencial. Él (Jesús Zambrano) sí que sólo descalifica sin argumentar, y peor aún, con muestras de gran intolerancia pide que se reprima y sancione a quienes no piensan como él. Insisto, que lo diga el Presidente de la Cámara de Diputados es gravísimo.
(DLF): El Presidente de la Cámara de Diputados pidió que la discusión del tema de los “matrimonios igualitarios” sea incluyente, que se realicen foros y encuentros con la participación de todos los sectores, religiosos y no, ¿que opina?
(P.HV): La verdad ya no entiendo nada. Por una parte dice que no es tema de la Iglesia, que al opinar rebasamos los límites, que nos metemos en un tema que no nos corresponde, pide a la Secretaría de Gobernación que nos sancione y dice que la Iglesia es una instancia que no dialoga, sino que descalifica; pero ahora llama a participar en el debate también a los sectores religiosos. Resulta como ese personaje cómico de la televisión que, “como dice una cosa dice otra”. Eso indica que no habla la razón sino los prejuicios, el odio que el PRD siempre ha tenido a la Iglesia, pero que pretenden esconder con una aparente apertura.
(DLF): Zambrano dijo que la Iglesia tiene una deuda con la sociedad sobre la información de casos de pederastia, ¿qué opina de esto?
(P.HV): Yo puedo hablar por la Arquidiócesis de México, y nosotros no tenemos esa deuda. Los pocos casos que hemos tenido se han atendido, se ha colaborado con la autoridad civil y no ha habido ocultación ni negligencia; así es que el señalamiento es totalmente desafortunado, como todas sus declaraciones que dio a la prensa esta semana.
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