Ante la andanada de amenazas en contra de la persona, el matrimonio y la familia, monseñor Francisco J. Chavolla Ramos, obispo de Toluca, pidió a los padres de familia custodiar, acompañar, orientar y formar a sus hijos desde su corazón, en los valores humanos y cristianos.
El responsable de la Dimensión Episcopal de Familia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) recordó que la celebración del Día del Padre es una fiesta que brinda la oportunidad de reconocer la tarea única e irrepetible del padre y jefe de familia.
“Un buen padre, que guía, que acompaña, que ayuda a crecer, es una gran riqueza”, aseveró el prelado, tras señalar que la misión y tarea de ser padres es un don que obliga a recordar el papel que en su momento desempeñó San José.
“Queremos compartir con todos los hombres a quienes Dios les ha dado el don de la paternidad, la misión o tarea que Dios desde siempre ha encomendado al padre de familia, que es como la de San José: custodiar, acompañar, orientar y formar a sus hijos, desde su corazón, en los valores humanos y cristianos. Es muy cierto que en nuestros tiempos abundan amenazas en contra de la persona, el matrimonio y la familia pero les animamos a ser fieles a Dios en su misión, como lo fue él que custodió y acompañó a Jesús en su crecimiento”, argumentó.
Monseñor Chavolla Ramos rememoró las palabras del Papa Francisco, cuando al hablar de San José, dijo que su gran misión fue la de ser custodio de Jesús, al ayudarle a crecer en edad, sabiduría y gracia. “Le ayuda a crecer en edad porque lo crió, preocupándose de que no le faltara lo necesario para un desarrollo sano, aún en el exilio, y le enseñó el valor del trabajo. En sabiduría, porque fue para él ejemplo y maestro, ya que le enseñó a escuchar y alimentarse de la palabra de Dios. Y en gracia, porque seguramente hizo todo por educarlo en el crecimiento en la gracia de Dios. Ésta fue la misión de José con Jesús”.
En su mensaje, el Obispo de Toluca reconoció la entrega y donación de los padres de familia y les agradeció el servicio que ofrecen a la Iglesia y al mundo al acompañar a sus hijos. “Les pedimos que no dejen de estar cerca de ellos, ayúdenles a crecer, sean auténticos testigos del amor y ternura de Dios nuestro Padre. Crean en Dios para que les puedan transmitir el don de la fe. No olvidemos dar gracias a Dios por nuestros Padres, incluso por aquellos que ya vivieron su Pascua y están en Dios”, recalcó.
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