Revelan detalles de la construcción de la Basílica de Guadalupe

Para continuar con el ciclo de conferencias que desde el 9 de octubre se llevan a cabo en la Plaza Mariana de la Villa de Guadalupe, con motivo del 40 Aniversario de la Consagración de la Nueva Basílica, este lunes 10, Mons. Gustavo Watson y Fray Gabriel Chávez de la Mora ofrecieron una ponencia compartida para presentar el libro 40 Aniversario de la Construcción de la Basílica de Guadalupe, como una continuación de la primera parte de la presentación, misma que fue realizada por el Arq. Ramírez Campuzano, hijo del Arq. Pedro Ramírez Vázquez, quien estuvo al frente de los trabajos de construcción de este recinto guadalupano.

La ponencia tuvo lugar en el marco del Congreso “Casita sagrada, templo de la civilización del amor misericordioso de Dios”, donde Mons. Watson ofreció una síntesis del contenido del libro, una obra de varios autores, en la que aparecen diversos textos, entre los que destacan una entrevista realizada a Fray Gabriel Chávez de la Mora, quien ideó todos los espacios del recinto, en estricto apego a la cuestión litúrgica, de acuerdo con las normas establecidas en el Concilio Vaticano II para la construcción de inmuebles sacros.

El también Director del Archivo Histórico de la Basílica de Guadalupe agradeció la participación en el libro de Mons. Eduardo Chávez, quien desarrolló una reflexión sobre el Nican Mopohua, el relato náhuatl sobre las apariciones marianas, y la de la Dra. María Luisa Aspe Armella, quien escribió un artículo sobre el contexto cultural, político y religioso durante la construcción de la Basílica.

Asimismo, señaló que en el libro aparece un interesantísimo texto del Arq. Oscar Jiménez Gerard, creador del proyecto de construcción del camarín que resguarda la venerada imagen de la Guadalupana; además de varios anexos, como el documento en el que el Papa Pablo VI declaró al recinto como Basílica menor; también una lista de todos los donadores, como industriales o políticos importantes, y finalmente una memoria fotográfica del desarrollo del proyecto.

Por su parte, Fray Gabriel Chávez de la Mora hizo un recuento histórico de su participación en el desarrollo del proyecto de construcción de la Nueva Basílica de Guadalupe. En este sentido, refirió que en el año 1968 Mons. Guillermo Schulenburg lo invitó a incorporarse a los trabajos de lo que sería el conjunto guadalupano, cuya construcción era necesaria por el visible deterioro de la Antigua Basílica, que además tenía problemas de cupo, por lo que en primera instancia se instaló una Basílica provisoria a partir de un manteado, en la que hubo espacio para un número mucho mayor de personas, lo cual puso de manifiesto la urgencia de construir la Nueva Basílica.

Señaló que en aquel entonces se plantearon tres proyectos para la construcción del nuevo recinto; el del Arq. José Luis Benlliure, quien propuso erigirlo en la parte del cerro; el del Arq. Pedro Ramírez Vázquez, quien planteó construirlo detrás de la Antigua Basílica, y el de él, que proponía su ubicación donde finalmente fue erigido. Respecto a la forma en que fue construida la Nueva Basílica, misma que ha sido objeto de múltiples interpretaciones, Fray Chávez de la Mora señaló que la base circular fue planeada a manera de anfiteatro sólo para representar una asamblea, de tal forma que los fieles, en lugar de escuchar Misa, pudieran participar de ella ubicándose lo más cerca posible del altar, lo cual era complicado en una nave longitudinal como la de la Antigua Basílica.

Dijo que Nuestra Madre, Santa María de Guadalupe, escogió un terreno muy problemático para la construcción de su casita, por lo que el Arq. Ramírez Vázquez tuvo que elegir bien a los responsables de las cuestiones técnicas, como los encargados de la cimentación y de la estructura, a fin de ir resolviendo desde un inicio todas las problemáticas. Explicó que la estructura del edificio se levantó a manera de mástil básicamente por las características del subsuelo, pues se requería un inmueble sin columnas, sostenido únicamente por una base perimetral, por lo que quedó con esa forma parecida a la de una tienda, misma que ha motivado la interpretación de mucha gente.

Finalmente, señaló que la forma ofrece una ventilación natural, lo que ha resultado en beneficio de los fieles, ya que el recinto recibe numerosas manifestaciones masivas que necesitan entradas y salidas de aire; así como la cuestión de la acústica, para lo cual sólo tuvo que usarse algunos materiales absorbentes. “La forma de la Nueva Basílica ha sido útil para que la Eucaristía resulte más comprensible pedagógicamente, para que se lleven a cabo Misas participadas, a manera de asamblea. Se planeó también una manera de que los fieles pudieran acercarse sin problema a la imagen venerada, y de que pudiera haber Misas particulares en capillas altas que miraran directamente hacia la Virgen de Guadalupe”.

Durante el congreso se homenajeó a Fray Gabriel Chávez de la Mora por su trabajo y trayectoria, y se informó que el auditorio de la Plaza Mariana llevará su nombre.

 

 

@voxfides

comentarios@yoinfluyo.com

 

Artículos Relacionados