Con motivo de la próxima visita de Su Santidad Francisco a Estados Unidos y durante la cual canonizará al Beato Fray Junípero Serra, Nemesio Rodríguez Lois, autor de diversos libros referentes a la Hispanidad y columnista de yoinfluyo.com, comenta con este medio algunos aspectos de la persona y canonización de Fray Junípero.
¿Cuál fue el recorrido de Fray Junípero Serra para alcanzar la perfección cristiana?
Nemesio Rodríguez Lois: Bueno, indudablemente él es un misionero franciscano. Nació en la ciudad de Petra, en la isla de Mallorca, Archipiélago de las Baleares, en España. Viene a México y primero se forma como misionero en lo que fuera el Convento de San Fernando, hoy es el Templo de San Fernando, en la Colonia Guerrero, que aún existe. Ahí se forma. Era una escuela de misioneros. Pasa a Querétaro, en la Sierra Gorda de Querétaro. Junto con otro grupo de franciscanos, evangelizan a los indios Pames. Hay que decir que en el siglo XVIII toda la Nueva España era casi cristiana, menos Querétaro. Había lo que se llama el “manchón de gentilidad”. Bueno, pues allá va Fray Junípero y los evangeliza. Después pasa a la Alta California, lo que es hoy el estado de California, y ahí empieza a fundar una serie de misiones. Es muy importante esto, porque cada misión, una vez que un fraile misionero fundaba una misión, alrededor surgía un pueblo; se acercaban los inditos y surgía un pueblo. A estas personas les enseñaban un idioma en el cual expresarse, porque cada uno tenía un dialecto diferente: en este caso, el idioma castellano. Y luego les enseñaban cómo vestirse, les enseñaban un oficio, por ejemplo, carpintero, talabartero, panadero, agricultor, minero, lo que quisieran; y ya una vez que estaban civilizados, incorporados a Occidente, ya se les predicaba el Evangelio. Entonces, eran centros de evangelización, y así fue en toda la Alta California. Fundó innumerables misiones. San Junípero Serra viene muriendo en la misión de San Carlos, cerca de la Bahía de Monterey.
¿Cómo se llega a la canonización del Beato Fray Junípero Serra?
Nemesio Rodríguez Lois: Bien. Fue a mediados del siglo XVIII cuando el entonces Papa Benedicto XIV, al hablar de los procesos de canonización, hizo una reforma: instituyó lo que se llama canonizaciones equivalentes, en las cuales, sin necesidad de un milagro, el Beato podía convertirse en santo. Pero para ello tenían que darse tres requisitos: Primero, que hubiera una fama continua de santidad, a partir de la muerte del candidato; segundo, que hubiera el común testimonio de historiadores de prestigio, veraces, sobre la fama de buenas virtudes e incluso martirio del candidato; y tercero, que hubiera un culto continuo, y no sólo continuo, sino la fama de prodigios de este candidato. Estos tres requisitos se han dado en los últimos años y se ha apoyado en ellos el Papa Francisco para canonizar a los siguientes personajes: San Juan XXIII, San Francisco de Laval, Obispo de Quebec, el primer obispo que hubo en el Canadá, y José de Anchieta, evangelizador del Brasil, y más recientemente San Junípero Serra, que sin necesidad de un milagro y teniendo en cuenta las tres condiciones anteriores, se le eleva a la gloria de los altares. No es una decisión arbitraria, de que dicen: ¿cómo que le dispensa un milagro?, sino que es algo instituido por la Iglesia desde el siglo XVIII.
A lo anterior, nuestro interlocutor considera importante subrayan otros aspectos respecto a Fray Junípero:
Nemesio Rodríguez Lois: Aparte de ser un santo, fue un gran patriota, un auténtico Padre de la Patria mexicana. ¿Por qué? Porque él logró correr los límites, los confines de la Patria hacia el norte y pueblos distintos y distantes se incorporaron a la mexicanidad, lo que eran aquellas pobres tribus Pames en Querétaro, o infinidad de etnias allá en la California que andaban dispersas; se integran y se volvieron mexicanos. En California creó una nueva base de mexicanidad Junípero Serra. Por eso, lo considero yo un gran Padre de la Patria.
Otro punto muy importante: que junto con la fe de Cristo Nuestro Señor, llegaba la Civilización Occidental y Cristiana. Así que siempre que llega el cristianismo a un lado, llegan la civilización y el progreso; y se empieza por respetarse los derechos humanos.
Entonces, así en este caso, por eso consideramos la gran perfección de San Junípero un santo, para ya concluir, que es gloria de tres naciones: de España, porque nació en territorio español; de México, porque aquí se santificó, tanto en Querétaro como en la Alta California que era México; y también de Estados Unidos, porque él incorporó a la civilización y creó las bases de progreso de lo que hoy es una de las 10 economías más importantes, no de Estados Unidos, del mundo: California, y también gloria de la Orden Franciscana.
En fin, una reflexión para terminar, tomando en cuenta esto de las canonizaciones equivalentes que se basan en los tres requisitos que dijimos al principio. Yo pregunto ¿por qué el Santo Padre –habría que sugerírselo– no aplica también el mismo criterio a dos grandes mexicanos que gozan de gran veneración popular: el Beato Sebastián de Aparicio y el Beato Miguel Agustín Pro.
Y concluimos con un grito y con una invocación: ¡San Junípero Serra, ruega por nosotros!
@voxfides