Quizá con esta descripción no muchos identifiquen al Padre Brian. Pero, ¿si agregamos un dato extra? Es el autor del libro “Sé mi luz”. ¿Ya? Está bien: es el Superior de los Misioneros de la Caridad y Postulador de la causa de canonización de la Madre Teresa de Calcuta.
El Padre Brian Kolodiejchuk visitó esta semana la Ciudad de México, como Superior de los Misioneros de la Caridad, la rama sacerdotal de la familia que fundó la Madre Teresa, para acompañar a la comunidad de esta ciudad.
La sede general de los Misioneros de la Caridad está en Tijuana, Baja California, México. El Padre Brian explica que se asentaron en ese lugar porque el cofundador de la obra (el Padre Joseph Langford), vivía en San Diego y conocía muy bien Tijuana. Por su parte, las Hermanas llegaron a esta ciudad y recibieron un gran apoyo de Mons. Berlié, hoy obispo en Mérida. Después de un tiempo se invitó a los Padres que trabajaban en el área del Bronx, en Nueva York.
En la Ciudad de México cuentan con una casa de formación al lado de la Basílica de Guadalupe, donde todos los futuros sacerdotes cubren su etapa de noviciado, y comenta que cuando dejan México extrañan el país. Otra parte de la formación, de hecho previa a la etapa en México, es en Nairobi, Kenia. También tienen presencia en Calcuta, Roma, Shilong, etc.
En cuanto a la causa de canonización de la Beata Madre Teresa de Calcuta, en primer lugar nos explica cómo es el proceso que se debe de seguir en ésta. La causa comienza con el Pueblo de Dios –nos dice– que por la acción del Espíritu Santo la gente ve a una persona santa (fama de santidad), y después se busca un milagro atribuido a su intercesión; el Milagro es la confirmación de Dios sobre el discernimiento de la Iglesia, es la última palabra de Dios.
Para la beatificación se debe ubicar un milagro después de la muerte y para la canonización un milagro.
Un paso previo a la beatificación, es el decreto de la Iglesia de que la persona vivió las virtudes de forma heroica, lo que los hace Venerables, como los son, por ejemplo, Conchita Armida o el Padre Félix de Jesús Rougier.
El Padre Brian nos comparte que están en busca del milagro que permita la canonización de la Madre Teresa, y que incluso tenían un caso muy interesante, pero uno de los requisitos para que se apruebe como milagro propio de su intercesión que se pida la ayuda sólo de la persona de la causa y en el caso que estudiaban una persona cercana pedía la intercesión del Padre Pío, por lo que no fue útil a la causa.
En medio de los grandes problemas de México y diferentes partes del planeta, el Padre Brian quiere recordar parte del mensaje de la Madre Teresa. Ella tenía un sentido muy fuerte de la dignidad humana; decía mi hermano, mi hermana y consideraba que todos son hijos Dios.
Veía la imagen de Dios en cada persona, la presencia de Jesús en cada persona pobre, amaba a Jesús en cada persona pobre. El servicio es la expresión del amor a Jesús.
Resalta la importancia de las cosas pequeñas, esas pequeñas cosas hay que hacerlas con un amor grande, las cosas ordinarias con ese amor toman un valor extraordinario. Todo comienza con una sonrisa o con una mirada.
Y nos recuerda que el amor empieza en la propia casa, se debe ver a Jesús en cada miembro de la familia. La Beata Madre Teresa de Calcuta, más que admirable, es una imitable.
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