El jueves 26 de noviembre el Santo Padre tuvo una agenda cargada de actividades, comenzó el día con un Encuentro Ecuménico e Interreligioso en la Sede de la Nunciatura Apostólica, celebró la Santa Misa y más tarde sostuvo un encuentro con el clero, culminando con una visita a la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas en Nairobi.
Por la mañana, la Nunciatura Apostólica fue anfitriona de diferentes líderes religiosos, el Papa en su intervención mencionó que el diálogo ecuménico e interreligioso no es una lujo, sino algo fundamental en un mundo herido y dividido. Destacó que “el Dios al que buscamos servir es un Dios de la paz” y que con frecuencia se radicaliza a los jóvenes en nombre de la religión para sembrar la discordia y el miedo, e hizo una referencia a los ataques al West Mall, Garissa University College y Mandera, por lo que han de buscar ser reconocidos como profetas de paz.
En la Homilía de la Santa Misa presidida por el Papa Francisco, citando a Isaías dijo “No temas”, “Yo les he elegido y les prometo darles mi bendición”. Subrayó que “la salud de cualquier sociedad depende de la salud de sus familias”, y que en obediencia a Dios debemos oponernos a “la arrogancia de los hombres que hieren o degradan a las mujeres” o ponen en peligro a los niños no nacidos.
La celebración se llevó a cabo en la Universidad de Nairobi, y ahí dijo a los jóvenes que “rechacen todo prejuicio y discriminación” y finalmente señaló que Jesús es la roca sobre la que todos debemos construir.
En su intervención frente al clero, recordó varias de las exigencias de la vida del consagrado al Señor, señaló que no se puede seguir al Señor por interés, que en muchas ocasiones es algo de lo que se va infectando con el paso del tiempo, pero se inicia el camino sin esa intención. Recalcó que no se debe olvidar que somos pecadores y que es mala señal que no se tengan lágrimas por nuestras propias caídas y por el dolor inocente de los niños, los ancianos o los enfermos.
Subrayó la importancia de la oración, les invitó a cuestionarse si prefieren la lectura, le televisión o el tiempo del sueño, pero les aseguró que no importa si duermen durante la oración, pero que lo hagan delante del Señor. Por otro lado, llamó la atención sobre que los que se han dejado elegir lo han hecho para servir, no para servirse de los otros, pero no omitió agradecerles su entrega y pidió que oraran por él. A los seminaristas lea dijo: “si alguno no se anima por este camino, da tiempo, busque otro trabajo, cásese y haga una buena familia”.
En la última actividad del Santo Padre de este día, fue la visita que realizó a la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas en Nairobi, Kenia. En su mensaje habló de diversos temas como el cambio climático, la urbanización y el comercio.
El Papa Francisco recordó que en los próximos días dará inicio la Conferencia de Partes, COP21, cuyo tema es justo el cambio climático, y dijo que “sería triste y me atrevo a decir catastrófico que los intereses particulares prevalezcan sobre el bien común y lleven a manipular la información para proteger sus propios proyectos”.
Señaló que esta conferencia es un paso para desarrollar un sistema energético que depende a mínimo de los combustibles fósiles, y llamó evitar “toda tentación de caer un nominalista declaracionista con efecto tranquilizador en las conciencias. Debemos cuidar que nuestras instituciones sean realmente efectivas”.
Subrayó las consecuencias que “en miles de personas que la cultura del degrado y del descarte ha llevado a sacrificar bajo los ídolos de las ganancias y del consumo”. Llamó a que el proceso de urbanización evite que las ciudades crezcan desmedidamente volviéndoles ineficientes y ocasionado el rompimiento de vínculos, sino se convierta en una herramienta de integración para todos.
Con relación al comercio, reconoció el trabajo hecho al respecto de garantizar un comercio justo, reconoce que aún es un objetivo que no se consigue plenamente. Recordando al Papa Paulo VI, dijo que “las relaciones comerciales entre los Estados podrían ser un elemento fundamental para el desarrollo de los pueblos, o por el contrario, causa de miseria y exclusión”. Esto lo mencionó en un llamado expreso a la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio a celebrarse en Nairobi próximamente.
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