Pedro González Telmo nació en 1185 en Palencia, hoy territorio de España. Su juventud no se caracteriza por grandes esfuerzos; no obstante, gracias a su tío, quien con el tiempo fue Obispo, siempre contó con una buena formación intelectual.
Se ordenó sacerdote, sin embargo, había una tendencia en él a la vanidad y a los honores, su tío el Obispo de Astorga, le hace presidente de canónigos, sin embargo cuando iba en camino a tomar posesión de su cargo, el caballo en el que iba comenzó a desbocarse tirando al joven clérigo, lo que provocó risas entre los presentes y una gran vergüenza para Telmo.
Este hecho le hace recapacitar, y decide dejar atrás esa vanidad ingresando al Convento Dominicano de Palencia fundado hacía poco por Santo Domingo, hizo suya un auténtica espiritualidad y comenzó a predicar con mucho éxito a Jesucristo.
Con el tiempo los lugares donde predicaba se llenaban, y él por su parte los preparaba por horas además de orar por las personas que le escucharían antes de iniciar la predicación. Así, el mismo Rey San Fernando escuchó de él, siendo su consejero y confesor además de capellán de los ejércitos que combatían contra los moros en la península ibérica. Trabajo bastante pesado fue auxiliar espiritualmente a los soldados para que no cometieran abusos de ninguna índole y tener que resistir a quienes no estaban de acuerdo con la moderación.
Deja esa labor y dirige su actividad con los pescadores de la región de Tuy, ahora también de España, su actividad con estas comunidades fue muy fecunda y se cuenta que aquellos le pedían orar por ellos cuando se hacían a la mar.
Durante una tempestad muy fuerte, San Telmo oró por los pescadores y ésta cesó muy rápido. Testimonios de tempestades calmadas por sus oraciones fueron mucho antes de su canonización, los pescadores en vida del santo cuando había tempestad oraban: “Dios mío, por las oraciones de Fray Telmo, ¡sálvame!” Falleció el 15 de abril de 1246.
Durante mucho tiempo, marineros de España y Portugal se encomendaron a San Telmo y su iconografía lo presenta con el hábito dominicano y un barco.
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