Segunda escala, Filipinas.
Este jueves 15 de enero fue el último día de estancia del Papa Francisco en Sri Lanka, en que visitó la Capilla dedicada a “Our Lady of Lanka”, anexa al Instituto Cultural Benedicto XVI, donde se llevó a cabo la ceremonia de despedida. Tras un vuelo de varias horas, Su Santidad arribó a Manila, Filipinas, como parte de su viaje apostólico por Asia.
En la Capilla “Our Lady of Lanka”, el Papa realizó una oración silenciosa junto con varios padres de la Compañía de Jesús; estaban presentes fieles dedicados a la pesca y otras actividades del mar que cooperaron en la edificación de la capilla, incluso algunos de ellos formaron un coro que cantó en el evento.
Cabe destacar que esa intención de encontrarse familiarmente con todos quedó de manifiesto también el día de ayer cuando, fuera de programa, el Papa acudió a un templo budista en atención a la invitación que recibió en el curso de la visita, tanto en el aeropuerto a su llegada como en el Encuentro Interregeligioso y Ecuménico del pasado martes, por un representante de la comunidad budista. Ellos, en reciprocidad, abrieron para el Papa un cofre con reliquias muy apreciadas, que sólo se descubren una vez al año.
La ceremonia de despedida se realizó en el Aeropuerto Internacional de Colombo, en que el estuvo presente el señor presidente de la República de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, y alredor de las 9:10 horas local partió con sus colaboradores hacia Filipinas.
Tras un recorrido de más de cuatro mil kilómetros, el Papa llegó a la Base Áerea de Villamor, en Manila, hacia las 17:30 horas local. En la bienvenida oficial se encontraba el Presidente de Filipinas Benigno Aquino III, el Nuncio Apostólico Monseñor Giuseppe Pinto, el Praesidum de la Conferencia Episcopal y alrededor de un millar de fieles. Al término de la ceremonia el Papa Francisco se reunió con el Presidente de Filipinas en una sala del Aeropuerto.
Para el día de mañana está prevista la ceremonia de bienvenida en el Palacio Presidencial, la visita de cortesía al Presidente, un Encuentro con autoridades y el cuerpo diplomático, así como la celebración de la Santa Misa en la Catedral de la Inmaculada Concepción, en Manila, y por la tarde un Encuentro con las Familias.
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