El Papa Francisco dirigió su discurso al Gran Mufti de Jerusalén, máximo líder religioso musulmán, y a miembros del Consejo Supremo Musulmán, llamándolos a trabajar juntos por la paz y la justicia, exhortando a que nadie debe de instrumentalizar el nombre de Dios para la violencia y, con ello, recordar el peregrinar de Abraham.
“En este momento me viene a la mente la figura de Abraham, que vivió como peregrino en estas tierras, donde musulmanes, cristianos y judíos reconocen a Abraham, si bien cada uno de manera diferente, como padre en la fe y un gran ejemplo a imitar. Él se hizo peregrino, dejando a su gente, su casa, para emprender la aventura espiritual a la que Dios lo llamaba”, mencionó el Papa.
Subrayó que un peregrino es una persona que se hace pobre, que se pone en camino, que persigue una meta grande apasionadamente, que vive de la esperanza de una promesa recibida (cf. Hb 11,8-19), señalando que así era Abraham, y que ésa debería ser también nuestra actitud espiritual.
“Nunca podemos considerarnos autosuficientes, dueños de nuestra vida; no podemos limitarnos a quedarnos encerrados, seguros de nuestras convicciones. Ante el misterio de Dios, todos somos pobres, sentimos que tenemos que estar siempre dispuestos a salir de nosotros mismos, dóciles a la llamada que Dios nos hace, abiertos al futuro que Él quiere construir para nosotros”, dijo Francisco.
Enfatizó que no podemos olvidar que la peregrinación de Abraham fue también una llamada a la justicia y testigo de su actuación e imitador de Dios; por ello, nosotros tenemos que ser testigos de la acción de Dios en el mundo y, por eso, en este encuentro, somos llamados a ser agentes de paz y de justicia, a implorar en la oración estos dones que Abraham tuvo, para aprender de lo alto la misericordia, la grandeza de ánimo y la compasión.
“Queridos hermanos, queridos amigos, desde este lugar santo lanzo un vehemente llamamiento a todas las personas y comunidades que se reconocen en Abraham: respetémonos y amémonos los unos a los otros como hermanos y hermanas, aprendamos a comprender el dolor del otro, que nadie instrumentalice el nombre de Dios para la violencia y trabajemos juntos por la justicia y por la paz”, reiteró el Vicario de Cristo.
En el Muro de los lamentos
El Papa Francisco llegó al Muro Occidental donde fue recibido por el líder judío local y se le explicó el significado histórico del muro. Durante esta visita estuvo acompañado por su amigo el rabino Abraham Skorka y el musulmán Omar Abboud, posteriormente rezó ante el Muro y depositó en una de sus rendijas un sobre con el Padre Nuestro que escribió de su puño y letra en español.
“Por favor, nunca más terrorismo”, son palabras que el Papa pronunció en español en su visita al muro occidental de Jerusalén.
"Quisiera con mucha humildad decir que el terrorismo es malo, malo en su origen y es malo en sus resultados, es malo porque nace del odio, es malo en sus resultados porque no construye, sino destruye. En nuestros pueblos comprendan que el camino del terrorismo no ayuda. El camino del terrorismo es fundamentalmente criminal. Por eso por todas esas víctimas, y por todas las victimas del terrorismo en el mundo, por favor nunca más terrorismo, es una calle sin salida”, reafirmó el Santo Padre.
Encuentro con los presidentes de Palestina e Israel
En los días 25 y 26 se encontró con el presidente de Palestina, Mahmoud Abbas, y el presidente de Israel, Shimon Peres, a los cuales les hizo un llamado a crear acuerdos de paz.
Por su parte, se refirió al presidente de Palestina, Abbas, señalándole que todos deben de evitar iniciativas y actos que contradigan la voluntad expresa de llegar a un verdadero acuerdo y que no se debe de dejar el perseguir la paz con determinación y coherencia, ya que la paz traerá consigo incontables beneficios para los pueblos de esta región y para todo el mundo.
Subrayó que es necesario encaminarse con resolución hacia ella, mediante la renuncia de cada uno a algo.
“Animo a los pueblos palestino e israelí, así como a sus respectivas autoridades, a emprender este feliz éxodo hacia la paz con la valentía y la firmeza necesaria para todo éxodo. La paz basada en la seguridad y la mutua confianza será el marco de referencia estable para afrontar y resolver los demás problemas y una ocasión para un desarrollo equilibrado, que sirva de modelo para otras áreas en crisis”, recalcó el Papa.
Posteriormente en su encuentro con el presidente israelí, Shimon Peres, el Papa le manifiesto que se debe de construir la paz que exige sobre todo el respeto a la libertad y a la dignidad de la persona humana, que judíos, cristianos y musulmanes son considerados igualmente creados por Dios y destinados a la vida eterna.
A este respecto, el Papa renueva el deseo de que se eviten, por parte de todos, las iniciativas y los actos que contradicen la declarada voluntad de alcanzar un verdadero acuerdo y de que no se cansen de perseguir la paz con determinación y coherencia.
”Se debe rechazar firmemente todo lo que se opone al logro de la paz y de una respetuosa convivencia entre judíos, cristianos y musulmanes: el recurso a la violencia y al terrorismo, cualquier tipo de discriminación por motivos raciales o religiosos, la pretensión de imponer el propio punto de vista en perjuicio de los derechos del otro, el antisemitismo en todas sus formas posibles, así como la violencia o las manifestaciones de intolerancia contra personas o lugares de culto judíos, cristianos y musulmanes”, concluyó el Papa.
Al final de la visita al presidente Mahmoud Abbas, el Papa Francisco invitó al presidente del Estado de Palestina y al presidente del Estado de Israel, Shimon Peres, a encontrarse en el Vaticano para rezar juntos por la paz, que posteriormente aceptaron, según confirmaciones de las oficinas de los dos líderes a las agencias de prensa internacionales.
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