La llegada del Papa Francisco a Tierra Santa es un signo importante de nuestros tiempos, ya que actualiza el mensaje que Jesucristo hizo en su tiempo sobre la caridad, la misericordia y el perdón, destacan el Capellán Luis Fernando Valdés y Antonio Briseño-Templos, coautores del libro “Francisco, el Papa Latinoamericano”.
En entrevista con yoinfluyo.com, Luis Fernando Valdés, Capellán de la Universidad Panamericana, señala que en el contexto sociopolítico que se vive en Tierra Santa, el Papa ha enfatizado que se trata de un viaje religioso, ya que está marcando varios objetivos, uno de ellos es la reunión que sostuvo con el patriarca de Constantinopla Bartolomé I, y otro, los lugares que visitó en Tierra Santa para mostrar su solidaridad con los cristianos. Con ello, el Papa demuestra ese diálogo interreligioso que se necesita en todo el mundo, dijo Valdés.
Menciona que el gran artífice de este diálogo en estos últimos dos siglos con ortodoxos en tiempos de San Juan Pablo II, lo inició el Cardenal Ratzinger. Ahora, Francisco está trabajando sobre esta misma línea, que no empieza desde cero, sino que ya tiene un background de 50 años con un diálogo muy profundo, como lo muestra San Juan Pablo II en su encíclica Ut Unum Sint.
“Es un espacio importante para la unión de la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa, porque hace ver que el Papa Francisco no trata de realizar una romanización, si no trata de conservar una unión con judíos y musulmanes y ver de fondo que las religiones no separan y no tienen que ser motivo de guerra”.
“El Papa Francisco lleva meses manifestando su temor por los cristianos perseguidos en Egipto, Siria e Irak, mostrando en este viaje a los cristianos de Tierra Santa y de todo Medio Oriente la fe y confianza que deben de tener en Dios, donde les pide valentía, testimonio y fe”, puntualiza Fernando Valdés.
Por su parte, Antonio Briseño-Templos nos recuerda que este trayecto que se realiza a Tierra Santa es significativo, porque hace 50 años Pablo VI comenzó el dialogo entre la Iglesia de Constantinopla y la Iglesia Católica y ahora lo han seguido sus tres predecesores: Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco.
“La invitación de Cristo que propone el Papa Francisco es muy clara, porque señala la caridad, austeridad, la misericordia de un Papa que se desprende de muchas cosas, de un Papa que abraza al enfermo, un Papa que perdona y abraza con cariño a las personas necesitadas y que sabe que es necesario actualizar el mensaje de Jesucristo y ponerlo en nuestra época, viendo a un Papa que está en todo momento orando por todos los hombres del mundo como signo importante para nuestros tiempos”, manifiesta firmemente Luis Fernando Váldes.
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