En la Audiencia del 3 de diciembre en la Plaza de San Pedro, el Papa recordó su reciente visita a Turquía, habló sobre la importancia de la libertad de culto y expresó el deseo de que los cristianos y musulmanes trabajen juntos por la solidaridad, la paz y la convivencia pacífica.
También recordó que en la fiesta del apóstol Andrés tuvo un encuentro con el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Su Santidad Bartolomé I, con quien firmó una declaración que renueva el compromiso de proseguir el camino para el restablecimiento de la plena comunión entre católicos y ortodoxos dando a la oración la base para un diálogo ecuménico y fructífero.
También dijo que el encuentro que tuvo con prófugos del Oriente Medio fue doloroso, pues era importante para él expresarles su cercanía y la de la Iglesia. El Papa afirmó que esta peregrinación fue protegida desde el cielo por el Beato Pablo VI, por San Juan Pablo II y en especial por San Juan XXIII que fue delegado pontificio en esa tierra.
Antes de la Audiencia el Papa se reunió con enfermos en el Aula Paulo VI.
Audiencia general Papa Francisco
Queridos hermanos y hermanas:
Con alegría, deseo recordar el viaje que realicé en Turquía, una tierra tan querida por tantos motivos ligados a la historia del cristianismo.
En el encuentro con las autoridades, a las que agradezco la atención y respeto con el que me han acogido, he tenido la oportunidad de reafirmar la necesidad de que los Estados reconozcan la relevancia pública de la fe religiosa y garanticen a todos la libertad de culto. Al mismo tiempo, he expresado el deseo de que cristianos y musulmanes trabajen juntos por la solidaridad, la paz y la convivencia pacífica.
Junto con los pastores y fieles de los distintos ritos católicos, hemos invocado al Espíritu Santo para que el Pueblo de Dios, en la diversidad de sus tradiciones, crezca en su apertura, docilidad y obediencia a su divina acción. En la fiesta del Apóstol san Andrés, he encontrado al Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Su Santidad Bartolomé I, y juntos hemos firmado una Declaración, renovando el compromiso de proseguir el camino para el restablecimiento de la plena comunión entre católicos y ortodoxos, conscientes de que la oración es la base para un diálogo ecuménico fructífero.
Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, Argentina, México, Paraguay, Bolivia, Chile y otros países latinoamericanos. Que la preparación del Nacimiento del Señor, en este tiempo de Adviento, les haga crecer en el amor a Jesús y en el deseo de comunicarlo a los demás.
Muchas gracias y que Dios los bendiga a todos.
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