Audiencia general, Papa Francisco 20 de agosto de 2014

Agradece Francisco oraciones por accidente de su sobrino

Hoy miércoles 20 de agosto, en la tradicional audiencia, dentro del aula Pablo VI, el Papa recordó su reciente visita a Corea, agradeció la hospitalidad de ese pueblo y mencionó que hubo dos grandes acontecimientos: la beatificación de mártires y el encuentro de jóvenes de todo Asia.

Dijo que la Familia es la que transmite a las nuevas generaciones la fe recibida de sus antepasados, recordó que el martirio es un ejemplo para los jóvenes y también para la Iglesia, la iglesia en Corea que fue fundada por laicos comprometidos, que fueron fieles a las Sagradas Escrituras y tomaron como modelo el vivir como la comunidad de Jerusalén.

Recordó que nunca hay que dejar de ser solidarios con los pobres y marginados, habló también de la oración en los momentos de guerra y de las divisiones que vive ese pueblo.

El Papa mencionó que él también tiene familia, recordó que tiene cinco hermanos y 16 sobrinos, y esto lo hizo en mención por el accidente que sufrió uno de sus sobrinos. En ese terrible accidente falleció la esposa de su sobrino y sus dos hijos, el Papa se mostró consternado y dijo que agradecía esas muestras de oración dadas a su familia.

El Papa también recordó y agradeció la presencia de un representativo del equipo de San Lorenzo, su equipo de futbol, donde él es “incha”, dijo que es parte de su identidad cultural, arrancando aplausos de los presentes.

También mencionó que Cristo no acaba con lo que es bueno, sino que siempre da buen término.

Escuchemos…

Queridos hermanos:

A mi regreso del viaje apostólico a Corea, quiero dar gracias a Dios y a todos los que han contribuido a su realización, especialmente a los Obispos coreanos, a la Señora Presidenta y a las Autoridades locales.

Los dos acontecimientos principales de mi visita –la beatificación de 124 mártires y el encuentro con los jóvenes– me han permitido presentar a la Iglesia como una familia que transmite a las nuevas generaciones la fe recibida de sus antepasados. La memoria de los mártires, que fueron capaces de entregar sus vidas por aquello en lo que creían, constituye un ejemplo para los jóvenes de hoy y les da motivos para vivir con esperanza.

La Iglesia coreana nació de la fe de algunos fieles laicos que, fascinados por la sabiduría de las Escrituras, las estudiaron y las adoptaron como regla de vida. Sus aldeas se inspiraron en la comunidad apostólica de Jerusalén, que tenía todo en común. Por eso, he animado a los cristianos de hoy a ser solidarios con los más pobres y marginados.

Además, he tenido la oportunidad de hacer un llamamiento y una oración por la reconciliación de todos los hijos de la tierra coreana, que aún sufren las consecuencias de guerras y divisiones.

* * *

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, Argentina y otros países latinoamericanos. De modo especial, saludo a los campeones de América, al equipo de San Lorenzo, aquí presente, que es parte de mi identidad cultural. Que la peregrinación al Sepulcro de los Apóstoles Pedro y Pablo aumente su fe y estimule su caridad para con los pobres y necesitados.

mm@yoinfluyo.com

 

Artículos Relacionados