Con enorme alegría se vivió en diferentes estados de la República Mexicana la canonización de San Juan XXIII y San Juan Pablo II.
Con globos blancos lanzados hacia el cielo celebraron los feligreses de Torreón, demostrando su entusiasmo con la canción “Amigo” que muchas veces le cantaron a San Juan Pablo II cuando visitó México.
El Obispo de Torreón, José Guadalupe Galván Galindo, dijo que San Juan XXIII y San Juan Pablo II son modelos a seguir por sus virtudes como la bondad y la humildad, entre otras.
Por otra parte, cerca de 25 mil personas acudieron al lecho del Río Santa Catarina, en Monterrey, Nuevo León, para celebrar la canonización de los nuevos santos de la Iglesia Universal, enfrentando incluso con alegría el fuerte frío de 40 grados centígrados que se sintió en el lugar.
Previo a la celebración eucarística regiomontana, el grupo musical Vive Católico animó con hermosos cantos (que se volvieron oraciones); además, hubo porras, pancartas con frases de agradecimiento y la alegría de los fieles católicos fue la característica principal durante todo el tiempo que duró el encuentro.
En León, Guanajuato, desde el viernes 25 se vivió un ritual de adoración nocturna que duró hasta el domingo 27 en el templo de san Juan Pablo II, en la colonia Villa de las Torres. La canonización de los Papas “es motivo de fiesta para los fieles católicos de todo el mundo”, explicó José Salomé Lemus Domínguez, rector de la Catedral Metropolitana de León.
Lo mismo se vivió en la Diócesis de Querétaro, en la que varios fieles iniciaron una adoración nocturna desde el sábado 26 para recibir la elevación a los altares de Juan XXIII y Juan Pablo II.
Estos son algunos ejemplos de cómo se vivió en México la canonización de estos dos grande Papas de la Iglesia Católica, cuya transmisión, con toda seguridad, llegó a todos los rincones del país.
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