Ciudad del Vaticano, 7 Abr (Notimex).- Jóvenes migrantes y estudiantes italianos perdieron el miedo al debate, discutiendo y buscando soluciones concretas a los principales problemas de su entorno, como el acoso escolar y la discriminación, gracias a un programa impulsado por el Papa Francisco.
Tras su realización en el Estado de México, algunas semanas atrás, “Scholas Ciudadanía” llegó por primera vez a Roma y congregó a 200 alumnos de diversas escuelas de la capital italiana en el liceo “Luigi Einaudi”, a pocos metros de la Plaza de San Pedro.
Montado por la fundación pontificia “Scholas Occurrentes”, el programa tiene su origen en Argentina, cuando Jorge Mario Bergoglio era arzobispo en Buenos Aires. Ya convertido en Papa Francisco, decidió ratificar la iniciativa y darle carácter mundial.
En Italia reunió a estudiantes de escuelas públicas y privadas, en un ejercicio multiétnico e interreligioso. Mediante juegos y dinámicas, ellos abordaron problemas como la indiferencia y propusieron soluciones.
Algunos de los jóvenes participantes tiene historias difíciles, como Kairylle Ilagan, filipina de 19 años, que vive en Italia desde hace cinco.
Sus padres se separaron de ella cuando apenas tenía cuatro. Una década después volvieron a buscarla, para iniciar una nueva vida (todos juntos) en Roma. “Cuando vi a mi mamá, ni siquiera la conocía. Tampoco a mi padre”, contó a Notimex.
Su integración fue traumática, sobre todo porque le costó aprender un nuevo idioma. Por eso se mostró entusiasta de la propuesta de Scholas. “Es una buena idea, este es un proyecto para ayudarnos a ver cuáles son los problemas que los jóvenes tenemos en la sociedad y que encontremos las soluciones”, destacó.
Pese a la dificultad para integrarse en la sociedad italiana, ella no dudó a la hora de agradecer al país porque le permitió a su familia salir adelante.
“Ningún filipino se va a otro lado para buscar la vida así sin más”, aclaró. Y apuntó: “Me gusta el Papa, porque mira a los jóvenes y piensa que somos el futuro de la sociedad”.
Quien confesó no conocer a Francisco, hasta la experiencia de Scholas, fue Sharmin Aktar, originaria de Bangladesh, que va a todos lados con su velo islámico color rosa.
A sus 19 años, y pese a llevar siete en Italia, reconoce que aún tarda demasiado en comprender las lecciones escolares. “Creo que necesitaría un tutor por toda la vida”, aseguró, riendo.
“Al principio no había entendido, pero ahora comprendí que (en Scholas ciudadanía) afrontamos las problemáticas de la sociedad, es una buena idea. Así sacamos afuera cuáles son los problemas, encontramos las consecuencias y descubrimos cómo afrontarlos”, dijo.
“Claro que sirve. Es verdad que los jóvenes a veces no nos concentramos, pero en un programa como este estamos muy interesados, podemos sacar todo lo que tenemos adentro”, añadió.
Ella también estuvo alejada de su familia por muchos años, mientras crecía en la aldea rural bengalí. De aquel pueblito pasó a la gran ciudad, sin escalas.
En su primera escuela italiana la pasó mal, sus compañeros no querían a una extranjera en su clase, pero cuando ingresó en la Einaudi las cosas cambiaron, ahora comparte un aula donde los italianos son menos que los foráneos.
“Sinceramente, como soy de otra religión, antes no conocía al Papa Francisco, pero después de este encuentro comprendí que él quiere afrontar los problemas de la sociedad con los jóvenes y resolverlos”, precisó.
Una realidad similar le tocó vivir a Kassandra Zarria Melgarejo, peruana de 20 años, quien sufrió mucho hace cuatro años cuando, con su hermano gemelo, viajó de Lima a Roma para reunirse con su madre, que no veía desde los cinco. Cuando se encontraron, no la reconocía.
Aseguró que la principal preocupación de los jóvenes es la discriminación, que es muy marcada contra quien cree en otra religión, luce o se viste distinto.
“Este encuentro (de Scholas) es muy importante, las personas que venimos de otros países experimentamos estos problemas y esto nos muestra la realidad como es. La dificultad cultural, el idioma, la forma en cómo somos”, estableció.
Y sobre el Papa Francisco, señaló: “Por lo que he escuchado, él quiere ayudar a las personas en lo que necesitan y coopera con los jóvenes, se acerca más a nuestros problemas y trata de ayudarnos”.
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