El Papa en su visita a Estados Unidos participó en eventos de diverso tipo, entre ellos visitó centros de ayuda comunitaria en Washington DC y en Nueva York en el área de Harlem, los días 24 y 25 de septiembre, respectivamente.
En el primer caso, el Papa visitó el Centro Caritativo de la Parroquia de San Patricio, y se encontró con “los sin techo”, en su predicación les dijo que le recuerdan a San José, quien ante el inminente nacimiento de Jesús, no contaba con alojamiento, por lo cual seguramente se hizo preguntas, como ahora sus interlocutores también se hacen, y agregó que: “El Hijo de Dios entró en este mundo como uno que no tiene casa. El Hijo de Dios entró como un “homeless”.
Además, no omitió decir con contundencia: “Quiero ser muy claro. No hay ningún motivo de justificación social, moral o del tipo que sea para aceptar la falta de alojamiento. Son situaciones injustas, pero sabemos que Dios está sufriéndolas con nosotros, está viviéndolas a nuestro lado. No nos deja solos”. Además, comentó que Jesús no sólo se solidariza con cada uno, sino que se identifica con los pequeños y desprotegidos. “Jesús sigue golpeando nuestra puerta en el rostro del hermano…”.
Al siguiente día, ya en Nueva York, visitó la Escuela Nuestra Señora Reina de los Ángeles y tuvo un encuentro con niños y familias de inmigrantes, en la zona de Harlem, muchos de los pequeñitos eran de origen latino. El Papa les dijo que se veían sonrientes, y que a pesar de que ir a vivir al sitio es difícil, encontramos amigos que nos hacen sentir como en casa, y eso es bueno.
También recordó la persona de Martin Luther King, quien un día dijo: “Tengo un sueño”; soñó que los niños tuvieran las mismas oportunidades, que accedieran a la educación y que los hombres y las mujeres caminaran con la frente en alto con la dignidad de quien se gana la vida. Y agregó: “Es hermoso tener sueños y es hermoso poder luchar por los sueños. No lo olviden”.
El evento en esta escuela se desarrolló en un ambiente de alegría muy especial, la participación de los niños fue muy importante y se escucharon diferentes canciones.
Al final del encuentro les dijo: “Antes de irme quisiera dejarles un homework ¿puede ser? Es un pedido sencillo pero muy importante: No se olviden de rezar por mí para que yo pueda compartir con muchos la alegría de Jesús”. Y concluyó el evento con el rezo del Padrenuestro.
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