Al final de la celebración del domingo de Ramos, el Papa Francisco invitó a que los jóvenes continuaran en su camino de preparación para la próxima Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia.
Papa Francisco.– “Queridos jóvenes, os exhorto a proseguir vuestro camino tanto en las diócesis, como en la peregrinación a través de los continentes, que os llevará el próximo año a Cracovia, patria de san Juan Pablo II, iniciador de las Jornadas Mundiales de la Juventud. Dejaros llenar de la ternura del Padre, para difundirla a vuestro alrededor”.
Asimismo, se dirigió en oración a la Virgen María para que ayude a los fieles a vivir con fe la Semana Santa y a seguir al Señor también cuando su camino lleve a la cruz.
Papa Francisco.– “Y ahora nos dirigimos en oración a María nuestra Madre, para que nos ayude a vivir con fe la Semana Santa. También Ella estaba presente cuando Jesús entró en Jerusalén aclamado por la multitud; pero su corazón, como aquel del Hijo, estaba dispuesto al sacrificio. Aprendamos de Ella, Virgen fiel, a seguir al Señor también cuando su camino lleva a la cruz”.
El Papa Francisco encomendó a la intercesión de la Virgen María a las víctimas del accidente aéreo en los Alpes franceses y se despidió deseando a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro una Semana Santa en la contemplación del misterio de Jesucristo.
Papa Francisco.- “Confío a su intercesión a las víctimas del desastre aéreo del pasado martes, entre las que había también un grupo de estudiantes alemanes. Les deseo una Semana Santa en la contemplación del misterio de Jesucristo”.
Texto Completo:
Al final de esta celebración, saludo con afecto a todos vosotros aquí presentes, en particular a los jóvenes. Queridos jóvenes, os exhorto a proseguir vuestro camino tanto en las diócesis, como en la peregrinación a través de los continentes, que os llevará el próximo año a Cracovia, patria de san Juan Pablo II, iniciador de las Jornadas Mundiales de la Juventud. El tema de aquel gran Encuentro: «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios», encaja bien con el Año Santo de la Misericordia. Dejaros llenar de la ternura del Padre, ¡para difundirla a vuestro alrededor!
Y ahora nos dirigimos en oración a María nuestra Madre, para que nos ayude a vivir con fe la Semana Santa. También Ella estaba presente cuando Jesús entró en Jerusalén aclamado por la multitud; pero su corazón, como aquel del Hijo, estaba dispuesto al sacrificio.
Aprendamos de Ella, Virgen fiel, a seguir al Señor también cuando su camino lleva a la cruz.
Confío a su intercesión a las víctimas del desastre aéreo del pasado martes, entre las que había también un grupo de estudiantes alemanes.
Después del Ángelus:
Les deseo una Semana Santa en la contemplación del misterio de Jesucristo.
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