El pasado 19 de septiembre el Papa Francisco emprendió un nuevo viaje apostólico, en esta ocasión por primera vez en su pontificado visitó la isla de Cuba en donde miles de fieles ya lo esperaban en la ceremonia de bienvenida, en el aeropuerto José Martí en La Habana.
A su llegada fue recibido por el mandatario Raúl Castro y por el afecto de los niños, a quienes les dio un caluroso abrazo.
Durante el discurso de bienvenida, Raúl Castro expresó el sentir de su pueblo, el “estar muy honrado con su visita” y agradeció al Papa por su apoyo por el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados unidos y Cuba. Asimismo, señaló que esta región es la más desigual y que el sistema internacional es injusto e inmoral.
Por otro lado, el Santo Padre mencionó que su visita renueva los lazos de amistad de Cuba con la Iglesia y alentó al pueblo cubano a mantener la esperanza. Animó a los responsables políticos para continuar con el proceso de normalización de relaciones entre Estados Unidos y Cuba, y con ello pidió a esta nación convertirse en ejemplo de reconciliación.
Al día siguiente, el 20 de septiembre, el Papa Francisco celebró la Santa Misa en la Plaza de la Revolución José Martí y durante su homilía habló sobre la pregunta que Jesús hizo a sus discípulos y que hoy también nos la hace: ¿De qué hablan cotidianamente? ¿Cuáles son sus aspiraciones?
También, dijo a los miles de fieles presentes en la plaza que todos estamos llamados al servicio y a ayudarnos mutuamente sin ver al vecino lo que hace o ha dejado de hacer.
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