ROMA.- Poco después de que concluya este domingo la ceremonia de canonización, las puertas de la Basílica de San Pedro serán abiertas al público para que los fieles y visitantes puedan admirar y venerar los altares de los Papas que ya para entonces fueron proclamados santos, Juan XXIII y Juan Pablo II, informó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.
Como es de esperarse, se prevé una nutrida asistencia, por lo que la Basílica permanecerá abierta de las 2 de la tarde a las 10 de la noche, hora de Roma (de las 7 de la mañana a las 3 de la tarde, hora de la Ciudad de México).
“La veneración de los altares de los dos santos será permitida lo antes posible después de la misa, podemos estimar que sería a partir de las 2 de la tarde, y las visitas se extenderán hasta las 10 de la noche”, precisó Lombardi, luego de explicar que, por ejemplo, en la tumba de Juan Pablo II los peregrinos encontrarán una nueva lápida que ya dirá el título de “santo” y no de “beato”.
En reunión con representantes de la prensa internacional, el portavoz aclaró que el Papa emérito Benedicto XVI concelebrará la misa del Domingo de la Divina Misericordia, pero no estará en el altar mayor junto al Papa Francisco, donde se ubicarán otros cardenales.
“El Papa emérito estará con los cardenales y los obispos en la izquierda, donde ya han sido colocadas unas carpas para proteger de la lluvia o del sol, según sea el caso. Estaremos todos felices de tener su presencia”, aclaró el vocero del Vaticano.
Asimismo, indicó que las reliquias de los nuevos santos (un poco de sangre de Juan Pablo II y un pedazo de piel de Juan XXIII) serán entregadas al altar por personas cercanas a ellos.
En el caso de Juan XXIII, dijo, serán cuatro sobrinos suyos, el alcalde de su ciudad natal Sotto il Monte (al norte de Italia) y el presidente de la Fundación Juan XXIII; en tanto que la reliquia de Juan Pablo II será entregada por Floribeth Mora Díaz, la mujer costarricense que se curó de un aneurisma letal gracias a la intercesión del nuevo santo y cuyo milagro abrió el camino a los altares del Papa polaco.
Es importante señalar que la entrega de las reliquias es uno de los momentos más importantes de la misa de canonización, la cual tiene lugar justo después de la declaratoria formal de los nuevos santos por parte del Papa Francisco.
Federico Lombardi explicó que al final de la ceremonia, sobre el atrio de la Basílica del Vaticano, el Sumo Pontífice saludará a los representantes de las 93 delegaciones oficiales presentes. Mientras eso sucede, el cantante ítalo-argentino, Odino Faccia, entonará la canción “Busca la paz”, de su propia autoría, en la que utiliza algunas poesías del Papa Juan Pablo II.
El artista fue designado embajador de paz con esa melodía por el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
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