Este miércoles 8 de febrero, antes de comenzar la audiencia general, el Santo Padre manda bendiciones a los peregrinos de todo el mundo y reflexiona contra la trata de personas.
Papa Francisco.- “Aliento a todos aquellos que, de distintas formas, ayudan a los menores esclavizados y abusados a liberarse de semejante opresión. Deseo que cuantos tienen responsabilidades de gobierno combatan con firmeza esta plaga, dando voz a nuestros hermanos más pequeños, humillados en su dignidad. Es necesario cumplir todo esfuerzo para develar este crimen vergonzoso e intolerable”.
Su santidad recordó a la santa religiosa sudanesa que siendo pequeña vivió la dramática experiencia de ser víctima de la trata.
Papa Francisco.- “La memoria de Santa Josefina Bakhita, que de niña fue víctima de la trata, acreciente en ustedes, queridos jóvenes, su atención hacia vuestros coetáneos más desfavorecidos y en dificultad”.
Ya por concluir, realizó una memoria al japonés que permaneció fiel a Cristo.
Papa Francisco.- “Antes que bajar a compromisos, renunció a honores y bienestares, aceptando la humillación y el destierro. Permaneció fiel a Cristo y al Evangelio, por ello, representa un admirable ejemplo de fortaleza en la fe y de dedicación en la caridad”.
Texto completo:
Antes de iniciar la Audiencia:
Aliento a todos aquellos que, de distintas formas, ayudan a los menores esclavizados y abusados a liberarse de semejante opresión. Deseo que cuantos tienen responsabilidades de gobierno combatan con firmeza esta plaga, dando voz a nuestros hermanos más pequeños, humillados en su dignidad. Es necesario cumplir todo esfuerzo para develar este crimen vergonzoso e intolerable.
La memoria de Santa Josefina Bakhita, que de niña fue víctima de la trata, acreciente en ustedes, queridos jóvenes, su atención hacia vuestros coetáneos más desfavorecidos y en dificultad.
Antes que bajar a compromisos, renunció a honores y bienestares aceptando la humillación y el destierro. Permaneció fiel a Cristo y al Evangelio, por ello, representa un admirable ejemplo de fortaleza en la fe y de dedicación en la caridad.
En la Audiencia:
Queridos hermanos y hermanas:
Siguiendo con la lectura de la Carta a los Tesalonicenses, reflexionamos hoy con san Pablo sobre la dimensión comunitaria y eclesial de la esperanza cristiana.
La esperanza, para alimentarse, tiene necesidad de un “cuerpo”, en el que todos los miembros se sostienen y se animan. Nosotros formamos parte de un cuerpo que es la Iglesia, y estamos llamados a sostenernos mutuamente en la esperanza. De aquí la necesidad de rezar unos por otros, en especial por aquellos que tienen una responsabilidad o se encuentran en dificultad.
Muchos hermanos nuestros nos enseñan a esperar y a mantener viva la esperanza. Los pobres y los humildes nos dan un gran testimonio de esto, porque experimentan cada día muchas pruebas, pero saben que más allá de la tristeza está el Señor, que es rico en misericordia y en paz.
La Iglesia, este cuerpo al que pertenecemos, está animada por el Espíritu Santo. Su presencia en nosotros nos alienta a no temer algún mal, pues el Señor está a nuestro lado y cuida siempre de nosotros.
Saludos:
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de España y Latinoamérica. Los animo a invocar la presencia del Espíritu Santo en sus vidas, como también en medio de sus familias y comunidades, para que se avive en nosotros la llama de la caridad y nos haga signos vivos de la esperanza para toda la familia humana. Gracias.
@voxfides
comentarios@yoinfluyo.com