Aún estamos a tiempo de vivir un adviento lleno de alegría y esperanza
El adviento es el tiempo perfecto para preparar a nuestra familia y cambiar de mentalidad, para dejar de pensar en el yo y pensar más en el otro.
El adviento es el tiempo perfecto para preparar a nuestra familia y cambiar de mentalidad, para dejar de pensar en el yo y pensar más en el otro.
El santo es capaz de vivir con alegría y sentido del humor. Sin perder el realismo, ilumina a los demás con un espíritu positivo y esperanzado.
Esperemos el desenvolvimiento pacífico del Mundial y en cualquier caso, la alegría y la unidad no pueden sino ser gratas a Dios.
La fe es tener el deseo de encontrar a Dios, de estar con Él, de ser feliz con Él.
¿Cómo vivir en paz en medio de un pueblo que ha sido testigo mudo de la masacre?
“Cuento con vuestra disponibilidad, vuestro compromiso, vuestra capacidad para enfrentar desafíos importantes y atreverse a construir el futuro, para dar pasos decisivos por la senda del cambio”
Mientras el cristianismo no sea una presencia comunitaria visible, empíricamente constratable, quedará reducido a un elenco de valores “inspiracionales”, sin capacidad de incidencia y transformación real.
Ustedes jóvenes son capaces de descubrir la Colombia profunda. Los corazones jóvenes se estimulan ante los desafíos grandes.
En el Ángelus, el Papa afirmó que Jesús nos hace representantes, embajadores suyos con la forma de ser, con el vivir.
Luego de la oración y la caridad, el Papa nos invita a estar “exultantes en la bendición”, alegres por el nacimiento de Jesús y compartirla a los demás.
“También nosotros buscamos hacer la diferencia disfrazándonos y transmitiendo paz, alegría y belleza, en vez de oscuridad y violencia”, dicen en Argentina.
La verdadera alegría es fruto del amor. El amor nos lleva a alegrarnos con las alegrías de los demás, porque precisamente queremos su bien.