Al inicio de la Cuaresma. Libres para amar
La oración, la limosna y el ayuno nos ayudan a vaciarnos y liberarnos de los apegos que nos aprisionan.
La oración, la limosna y el ayuno nos ayudan a vaciarnos y liberarnos de los apegos que nos aprisionan.
Podemos pensar si somos conscientes de la presencia del Espíritu Santo en nuestras almas y si actuamos en consecuencia.
Dar la vida es cuidar de los demás, en especial de aquellos que son responsabilidad muy cercana, comenzando con la familia.
El hipócrita es una persona que finge, adula y engaña porque vive con una máscara en el rostro, pues no es capaz de amar verdaderamente.
Existen grandes oraciones de artistas que no forman parte de la iglesia que día a día nos aportan algo porqué salir adelante.
Encomendémonos a Dios como nuestro padre; Él que nunca nos abandona, incluso cuando estamos en nuestros peores momentos.
La oración no es problema de hablar o de sentir, sino de amar. Y se ama, esforzándose en intentar decir algo al Señor, aunque no se diga nada”.