El Nuncio Apostólico en México, Mons. Christophe Pierre, participó en el Seminario para Periodistas organizado por la Conferencia del Episcopado Mexicano y la Universidad Panamericana, con el tema: “¿Cuál es la función de la Iglesia?”, este martes 2 de febrero en las instalaciones de la institución educativa en la Ciudad de México.
Mons. Pierre comentó que se puede caer en la trampa de que creamos en ideas y advirtió que nadie puede jugar su vida en una idea, sino en el encuentro con una persona. Esto, a propósito de la frase del hoy Papa Emérito Benedicto XVI, que acuñó en Deus Caritas Est: “no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”.
El Nuncio señaló que nuestra fe es una persona, no una idea, y que cuando se le cambia por una idea, es decir, por una ideología, entonces los creyentes pierden. Subrayó que la dimensión ética y moral es consecuencia del encuentro.
La Visita del Papa a México, dice el Nuncio, no es un acontecimiento aislado, sino conectado con el encuentro con esa persona; en la Iglesia hay algo vivo. Señaló que el hombre busca a Dios y lo encuentra con mucha dificultad, pero en un momento de la historia, Jesús se presenta en el mundo y afirma ser el Hijo de Dios (no se deja encontrar, sale al encuentro del hombre). Jesús es la verdad, pero no viene a imponerla, sino a entrar en relación.
Comentó que no hace mucho, conviviendo con sus sobrinos adolescentes, éstos le preguntaron por qué se había hecho sacerdote, lo que le llevó a reflexionar que sus padres eran católicos muy comprometidos, y así fue como conoció a Jesús a través de su testimonio, Él se encarna en la realidad, se identifica con nosotros.
Al hablar propiamente de la Iglesia, sigue el mensaje final de los Obispos del CELAM en Aparecida, Brasil en 2007, y menciona que estamos llamados al seguimiento de Jesús, somos seguidores; llama al Discipulado misionero; discipulado debe estar al servicio de la vida toda; la Iglesia también ha de hacerse discípula del Maestro que es camino, verdad y vida. La Iglesia prolonga el encuentro.
Señaló que no hay familias autosuficientes y que el Papa nos invita a salir de una dimensión tranquila, existe identificación con la catolicidad a través de la familia, pero personalmente en ocasiones no existe el mismo vínculo.
Además, ofreció algunas características que permiten comprender la acción y persona del Papa Francisco, entre otras, comentó que es un Papa para hoy, que siempre busca generar diálogo. Por otro lado, se encuentra en franca sintonía con el Papa Benedicto XVI, San Juan Pablo II y el Concilio Vaticano II; su pensamiento es realista, no catastrófico, sino que abre a la esperanza; muestra los desafíos y los retos poniendo en el centro al hombre; sus exhortaciones son paternales ya que es un pastor; es enemigo de la mediocridad.
Su Santidad concibe a la Iglesia como servidora de la humanidad y la llama a no preocuparse tanto de sí misma; continúa la labor de purificación de la Iglesia, no sólo en las cuestiones financieras, sino busca una renovación más profunda a través de la Misericordia.
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