Su Santidad, el Papa Francisco, ha facultado a todos los sacerdotes con la absolución del aborto. Mediante una carta dirigida a Monseñor Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, expuso diferentes disposiciones relacionadas con el Año de la Misericordia, así como con la manera de obtener la indulgencia jubilar.
“No obstante cualquier otra cuestión contraria, la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y arrepentidos de corazón piden perdón por ello”, expresa Francisco, “es mi deseo, en efecto, que el Jubileo sea experiencia viva de la cercanía del Padre, como si se quisiese tocar con la mano su ternura, para que fortalezca la fe de cada creyente y, así, el testimonio sea cada vez más eficaz… El perdón de Dios no se puede negar a todo el que se haya arrepentido, sobre todo cuando con corazón sincero, se acerca la Sacramento de la Confesión, para obtener la reconciliación con el Padre”.
Para obtener las indulgencias, que se ofrecen para el mencionado jubileo, los fieles están invitados a realizar una “breve peregrinación hacia la Puerta Santa”, en las Catedrales, en los templos que disponga el Obispos diocesano, las cuatro basílicas papales de Roma y además “dispongo que se pueda ganar indulgencia en los Santuarios donde se abra la Puerta de la Misericordia y en las iglesias que tradicionalmente se identifican como Jubilares” agrega el Papa.
A la peregrinación y el paso por la Puerta Santa, debe ir unido el Sacramento de la Reconciliación y la celebración de la Eucaristía así como una reflexión sobre la Misericordia. Como normalmente sucede para ganar la indulgencia, es necesaria la profesión de fe, la oración por el Santo Padre y por sus intenciones.
Es claro que hay quienes por estar enfermos o solos no pueden acudir a la Puerta Santa, no obstante los invita a vivir la enfermedad y el sufrimiento como cercanía a la pasión del Señor. Para quienes por estar en prisión, el Papa decidió que para que a todos llegue esta gracia jubilar, quienes reconociendo sus actos y queriendo reincorporarse a la sociedad, puedan ganar la indulgencia en la capilla de las prisiones, dirigiendo su pensamiento y oración al Padre, ya que “la misericordia de Dios, capaz de convertir los corazones, es también capaz de convertir la rejas en experiencia de libertad”.
El Papa, subraya no ignorar que en la mentalidad actual se ha producido una perdida en la sensibilidad a la acogida de una nueva vida y que algunas personas “viven el drama del aborto con una conciencia superficial, casi sin darse cuenta del gravísimo mal que comporta un acto de este tipo. Muchos otros, en cambio, viviendo ese momento como una derrota, consideran no tener otro camino por dónde ir”.
Asimismo agrega: “Conozco bien los condicionamientos que condujeron a esa decisión. Sé que es un drama existencial y moral. He encontrado a muchas mujeres llevan en su corazón una cicatriz por esa elección sufrida y dolorosa”.
Es importante destacar, además, la importancia que deben tener las obras de misericordia durante este jubileo así como que las indulgencias pueden aplicarse a los difuntos también, como lo señala el Papa su texto.
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